viernes, 29 de octubre de 2010

Haikus

El viento en la mañana
Ulula y abre mi ventana
Despertándome

El viento hace pensar
El viento y las hojas secas
Mi ser y mi estar sin causa

El viento viene
De las cavernas de Eolo
Y dice cosas que hacen perderse a quien las escucha

Viento

Otoño. Los árboles se dedican a desnudarse, y el viento flaco y largo parece enloquecer dando vueltas y rugiendo por las calles. Los caballos del viento… Las gacelas del viento…Viento y más viento este día otoñal que suena a ramas cimbreándose, alabeándose, tronchándose. Cierra los ojos y escucha al viento. Su voz penetra por el entrecejo, por el tercer ojo, y algo revela. El viento me fusila, me perturba, me mata. Alguien tose en la calle. Una mujer fuma heroína. Las sirenas cantan. El Otoño recoge trapos y arranca follajes. El Otoño…

Recuerdo del Olvido

Olvido
Olvido que no olvida la memoria
Sobre tu cuerpo lácteo
Bajo tu salvaje furia de amazona
Cabalgando un semental plateado
te imagino en una Noche profundamente azul
Olvido
Olvido que no olvida la memoria
Me acabo de acordar que tengo que olvidarte
Aunque contigo he compartido azorados aislamientos
No olvidabas las flores que veíamos crecer al borde de los caminos
Las describías en las Noches de espanto, cuando la pesadilla
me hacía temblar, cuando mi estar sin causa en el Mundo
me hacía temer una Nada postrera, terrible, oscura
Olvido
Olvido que no olvida la memoria
El viento largo y frío nos silba en el oído dando vueltas
Las hojas caen junto con el recuerdo de tus besos
El Otoño cubre tu desnudez con el suave serojo
Pero no puedo seguir
Me he acordado que tengo que olvidarte

De ángeles y dioses

Los ángeles de la niñez, junto a los cuales
cagaba en la ribera, oyendo el río, picado por los mosquitos
Oh blanca rosa de lino
Los lobos de mis pesadillas, flacos, llagados, famélicos,
mataron a los ángeles
Me quedé solo en una playa dorada, buscando
caracolas
Los dioses de mi adolescencia
Dioses horrendos, leprosos, espantables
Dioses que hacen que pase lo que ellos quieren,
y no lo que yo quiero
Mi albedrío suena como las hojas de los árboles
agitadas por el viento
Y me he matado con más ganas bajo el amparo de las deidades,
que me libraron de la Muerte no sé por qué, no sé para qué
Mis ojos se han llenado de estrellas
El Dios muerto de la adultez
La Angustia, la desesperación,
y la resignación finalmente, posando
la frente en la eternidad de una piedra
Porque la Eternidad es una piedra
en la que nos lavamos para curarnos de las heridas del camino
El ángel viejo y desesperanzado, áptero,
de la vejez
El Crepúsculo recorre las playas
Y un Crepúsculo es la vida, desde el primer llanto
cuya causa sospechamos
La criatura que engendra la Muerte
La roca de la Eternidad

jueves, 28 de octubre de 2010

Esquina sórdida

Es la Beatitud lo que esperamos,
encallados en una playa atroz del Universo espantable
La ilusión tiene la forma de la rosa
Hasta que pasa el Tiempo y le da la forma de un muerto
Es la Beatitud lo que esperamos
Con los ojos rotos de tanto aguardar
Con el salvaje tigre de la Angustia
Con el pez que se convierte en polvo
Con un farol de día buscamos al hombre y a Dios
Y sólo nos topamos con criaturas extrañas
Dios es un arquetipo
El hombre es un arquetipo
Proteo se derrite entre mis manos
El orín de un cordero se desliza por mi espalda
La Nada florece
Es la Beatitud lo que esperamos,
con miedo a que no exista
Los pájaros se esparcen por el Cielo blancuzco
Las flores gimen en el huerto
De la Nada he venido y a la Nada volveré
Nada fecunda, opima, feraz
En ella he de terminar, tendido
de bruces, pegando gritos,
diciendo “Esto no puede ser así”
El venado del miedo y de la claridad
El cisne de la Belleza
El pelícano de la agonía

miércoles, 27 de octubre de 2010

Haikus

Cruzaré el río
Y al llegar a la otra orilla
Habré cruzado innumerables ríos

Contemplación del estanque
Un golpe de viento
Hojas secas caen al agua

No hay dioses
Sólo existe la Nada
Viento de Otoño

Dos tormentos

El tormento de Prometeo consiste en que unos buitres devoren las entrañas del titán para que éstas luego se regeneren y el castigo vuelva a empezar. El tormento del poeta es parecido. El poeta está atado a un peñón y los buitres le devoran el cerebro. Éste desaparece y luego vuelve a aparecer. Es devorado y se regenera y vuelve a ser devorado. El cerebro es lastimado por la poesía. Mi cerebro ha sido casi destruido por ella.

Fondo de sauces

Leve cristal del aire,
con el fondo de los sauces
tu perfil
Tus senos cretenses
Tus senos como delicadas colmenas
Tus senos que me obseden
Yo rescaté tu alma
Descendí a tus infiernos
Y te mostré tu belleza
Ahora que caminamos juntos,
bajo la tibieza del Sol de Otoño,
recuerdo mis pesadillas
Aquellas en las que tu cabellera se esparcía
por una playa solitaria y me mataba en su espesura
Qué día más propicio para una redención
Pero no, tú y yo somos réprobos
No tenemos salvación
Tú has matado muchos ángeles que venían
con sus anunciamientos
Y yo te he protegido
Y yo te he ocultado
Estamos condenados
Aunque tal vez el amor nos salve
con su quimera y con sus mirajes
Leve cristal del aire, Sol fornido,
con el fondo de los sauces,
tu perfil

A Dioniso

Dioniso, dios del vino, del éxtasis
y de la Locura
Buscas las espesuras y los calveros
de la floresta para celebrar tus orgías
Porque tú celebras la vida, esa extraña embriaguez
Vomitas en copas de oro
Haces de la memoria alimento del Olvido
Bendices los éxtasis
que el hombre teme
Acaricias la Locura que despierta los más íntimos alaridos
Otorgas la embriaguez necesaria para vivir,
sucia, pura, destructiva
El dios embrutece al hombre
Y la Nada es el Todo

martes, 26 de octubre de 2010

Polvo del desierto

La vida es murmullo y alarido
Es rosa y amapola
Es el mayor peligro
Todo es vanidad
Incluso saber que todo lo es
Las feroces bacantes mutilan mi cuerpo muerto
¡Cuántas veces he muerto!
Las ratas han hozado en mi alma
Tengo un Cielo entre las manos
Nuevamente revivo
Sale de mi boca una serpiente
Sale de mi ano una serpiente
Y medito entre los árboles,
dejando que el rumor de las hojas me acaricie
Cabalgo una Quimera
Y todo es verdad y es mentira
Y todo es Bien y Mal
Música de fuego a orillas del Mar
Cordero degollado al pie de un árbol
Oficio del suicida: tomar la vida como un suicidio
Manchas blancas en el Cielo azul celeste
Manchas negras en mi mirada devastada
Precoz ruina de mi vida
Cielo entre mis manos
Cielo redentor
La Esfinge formula su pregunta
Y yo caigo ante ella, ignorante
y perplejo, lleno de polvo del desierto

lunes, 25 de octubre de 2010

Haikus

Los árboles
Se cobijan bajo
La sombra del Crepúsculo

Se pone el Sol
El río se lleva
Oro líquido

Te doy con la mano izquierda
Mi cabeza, con la mano derecha
Mi corazón

El deicida

De niño, yo buscaba a Dios. No me limitaba a esperarlo, sino que salía a buscarlo. Siempre salía con una Biblia y con un cuchillo de cortar carne que me llevaba de la cocina. No sé por qué, me parecía que un encuentro con Dios nunca dejaría de ser cruento. Pensaba que Dios iba a atacarme, y yo no pensaba dejar de defenderme. Ser el asesino de Dios, el gran deicida, eso quería ser yo. Cuando en la clase preguntaban ¿Qué quieres ser cuando seas grande?, yo siempre respondía Quiero ser deicida. Siempre terminaban llamando a mis padres. Cuando crecí y me convertí en un joven creí que estaba listo para matar a Dios. Pero me vino, de súbito, una terrible depresión y una suerte de locura. Dios me había golpeado. Atacaba mi razón, y amenazaba con hacerla zozobrar. Ahora estoy recuperado, pero tengo miedo. Le tengo miedo a Dios. Ya no salgo con mi cuchillo y mi Biblia a buscar al dios de suave barba. Con mi Biblia pretendía pedir aclaraciones en ciertos puntos… No sé hasta dónde me deje llegar Dios. Más allá, tras las colinas, se ve la Aurora de la Locura.

Una tarde de Otoño

Te amo y te odio
Oye mi pleno alarido bajo la luz rocosa de la Luna
Mira cómo el viento se lleva capturadas las hojas secas
Toca la luz tangible del día
Día de Otoño en el que te recuerdo
Mirando la flor y la herida,
la llaga y la mirada
Te amo y te odio
Mira al pájaro posado en la rama seca del olmo
Oye el susurro de la tarde
Y el estruendo de la tragedia
Y el alarido de la rosa
Te amo y te odio
Mira el Mar
Huele el Mar
Acarícialo un poco si quieres
Contempla el Crepúsculo…
Y en la Noche sal al jardín a mirar la Luna
Te amo y te odio, Amada,
Te amo y te odio,
Aun bajo la luz de este día claro, vítreo, otoñal

Una humanidad

Dios es más humano que el hombre
Dios, a quien busco en la Noche del día
Dios, que limpia con una esponja llena de vinagre
mis llagadas vanidades
En el Cielo alto, celeste, trasparente,
vomita el Sol
Es un día cálido de Otoño
Los pájaros descienden a los árboles
Es un día acariciante
Huele a pureza
Las flores susurran como estrellas
Es un día que lentamente discurre
Es un día claro como la sombra de un diamante
Es un día que aletea y se demora
Qué dicha
Que todo pase
Pero que pase quedamente
Que al menos este raudal tempestuoso
adormezca mi espíritu
Pero no, todo pasa con sombra
y con vértigo
Y no comprendo la esencia de lo humano
Dios es más humano que yo

viernes, 22 de octubre de 2010

Haikus

El viento ya casi ha terminado
De desnudar a los tilos de la
Calle Úrsulas

Días de esplín
Días de Eternidad
Días de extraño Sol

Por la senda de chopos,
Van cayendo las hojas,
oblicuamente

Sobre Ivan Karamazov y su demonio

Ivan Karamazov habló con el demonio que todos llevamos dentro. Y enloqueció. Nadie resiste a su propio demonio. Iván Karamazov llegó a las plantas de los pies de Dios, al ceño del sentido de la vida, que es un sinsentido; se puede decir que llegó demasiado lejos. Nadie resiste la comprensión de la vida. Iván Karamazov consideró que si Dios no existía, entonces todo estaba permitido. En lugar de obviar esos asuntos, él los arrostró y sostuvo un coloquio con su demonio. Nadie resiste a su propio demonio…

Como el Alba

Como un Alba llegarás
Porque yo no te busco, te espero
Como un Alba llegarás
Porque eres blanca y porque tus ojos
son grises
Como un Alba llegarás,
tibia y con viento
Iluminarás los álamos,
platearás el río
Como un Alba llegarás
Te conoceré con las puntas de los dedos
Te daré mi aliento
para que tú me des tu aliento con luz
Como un Alba llegarás
Lenta, pálida, desesperada
Se encenderán las laderas
El pastor saldrá con sus ovejas,
o volverá con ellas
En las flores se realiza la tierna
fiesta del rocío
Como un Alba llegarás, tierna, triste, dulce,
Como un Alba llegarás,
como un Alba

Vida diaria

Y la vida es como es,

conscientey enferma

Y el Destino es como es

Yo sabía que los pájaros decían algo

con su vuelo, y que existían perfumes

que hacían llorar, como el perfume del azahar

o del jazmín, por ejemplo

Y el amor es como es

Una Quimera inexhausta, de tórrido aliento

La lengua de la araña me lame la frente

Y veo los muros infinitos del Universo

Y el tigre es como es

El estruendo callado del espíritu,

la agonía bajo la tragedia muda de la Luna

Y la vida es como es

Mortal y peligrosa

Rosa del pedernal

jueves, 21 de octubre de 2010

El canto de la serpiente

Con la violencia de la vida
y el estrépito de las Horas,
plenamente encadenado,
mi albedrío fustigado,
desciendo a los infiernos
Algún tormento habrá para mí
En el Infierno o en el Purgatorio
Mis pies pisarán la yerba violeta,
mi Muerte se hará cada vez más viva,
y me enamoraré de la fealdad de mi retrato en el agua
Se me pondrá frente al Árbol de la Vida,
y cuando yo tienda la mano hacia su fruto, éste
se elevará y no podré cogerlo
Seré una especie de Tántalo
Y miríadas de cuervos se embarullarán en mi cabeza
Rebaños de corderos serán dotados de habla
y me señalarán como si yo fuera el lobo culpable
de su miedo
Seré bueno y malo, y jamás,
jamás,
podré estar más allá del Bien y del Mal
Un sapo entra por el ano de Venus
Una deidad orina y fecunda a una muchachita que regresa del colegio
Los árboles parlan con el viento, con el viento largo
como una cabellera
El Sol de intensa luz comienza a ponerse
como un dulce y lento desastre
Jaurías de lobos serán dotados de habla y me señalarán
como si yo fuera un cordero culpable de su ruina
Y yo seguiré viviendo como mejor se me ocurra

miércoles, 20 de octubre de 2010

Haikus

Árbol o harpa
En estas tardes
De Otoño

Hallaré la Eternidad
Y todo será
Para siempre

El viento deshoja mi máscara
Vivir sin máscara
Es vivir en el mayor de los peligros

Dormir

Le costaba mucho trabajo levantarse de la cama. Se acostaba a las dos de la mañana y se despertaba entre las cuatro y las seis de la tarde. Sólo podía levantarse a esa hora. En la mañana le era imposible reincorporarse. En las mañanas se sentía terriblemente cansado y deprimido. Mañana grande, implacable, sin orillas. Mañana en la que se es hombre con vacilaciones. Un cansancio físico y ontológico abrumaba a nuestro hombre. No le daban ganas de levantarse y le pesaba el día como un bloque de cemento en la frente. Siempre murmuraba No quiero levantarme. Sólo quiero dormir. Quiero dormir. Dormir y no vivir. La vida de nuestro hombre era totalmente anormal. Le gustaba ver párrafos de aves volando por el Cielo azul cobalto. Le gustaba anegarse en las profundidades del sueño y olvidar. Pero no le gustaba despertar. Una mañana lo encontraron muerto. Todos se apenaron al conocer la noticia, pues era un hombre muy joven y muy bueno. Sin embargo, era un individuo inadaptable. No se adaptaba a los horarios de todo el Mundo. No se adaptaba a la vida de todo el Mundo. No soportaba las mañanas y una vaga depresión lo empujaba a las regiones brumosas del sueño. Pero la Muerte…

Música de cámara

Hermano cuerpo,
cuánto nos hemos alegrado,
cómo nos hemos refocilado
en las orgías
Cuán deleitosos han sido
el tacto y el beso
Hermano cuerpo,
te vas acabando poco a poco
Pero mientras seas,
pero mientras vivas,
serás de Ella

Fotografía de Darwin besando a un mono en la frente

Monos,
monos colgándose de las ramas de mi sangre
y de los andrajos de mi cerebro
Monos,
monos chillando, saltando de árbol en árbol,
soltando alaridos en la Noche, bajo el Cielo desolado
Monos, a un alarido de lo humano,
a un Dios de distancia
Monos cagando, orinando, masturbándose
Monos, padres del hombre
Busca el hombre, con la pata tendida,
la mano divina que lo salve
Y se queda así, solo, silencioso, monísimo
Chimpancé absurdo en un rincón de la Creación

martes, 19 de octubre de 2010

Proslogion

Dios,
Lirio en el entrecejo de la Quimera
Has oído mi grito como una rebelión del sufrimiento,
como las ganas de olvidarme y de perderme
Has visto mis arrodillamientos
Y has lamentado mis lamentos
Has tocado mi pecho con tu mano de fuego
Has acariciado mi espalda con tu mano de nieve
Monstruo bueno
Esfera espantosa
Deidad creada por tus criaturas
Vivo como puedo en esta especie de manicomio
y orfanato, vivo medio muerto, paulatinamente
asesinado por ti, Dios desconocido
Pienso en el veneno, en la navaja, en el revólver,
y en mi abolición
No quiero quedarme más tiempo del debido
Sería ridículo
Por eso no temo a las Parcas
Ni al Hades que me espera
A Caronte le escupiré en la cara
A Cancerbero lo morderé en el cuello
Y seré un muerto vivo, así como
ahora soy un vivo muerto

lunes, 18 de octubre de 2010

Haikus

El viento da vueltas sobre sí mismo
Serpiente agónica, invisible,
Sibilante

Ante el canto del mirlo
Mi vida calla como callan
Las flores

Las frondas y el viento
Juegan ahora que cae
La tarde fría

El insensato

“Y no busco entender para creer,
sino que creo para entender”
-San Anselmo-

El sentido de la vida, para todos, estriba en creer o no creer. Esta vida es inentendible. Hay que creer en alguien que nos la dio para que adquiera sentido. Yo creo para entender. Pero mi fe es débil aún. Me resulta muy difícil creer en un Dios creador, en una vida regida por la voluntad divina. Es casi imposible llegar a Dios. “En Ti me muevo y en Ti soy, y a ti no puedo llegar. Dentro de mí y cerca de mí estás, y yo no te siento”, dice san Anselmo. Estoy en el Creador, pero no puedo llegar a él. Él está dentro de mí, y yo no lo siento. Es como si estuviera vacío. En realidad, nunca he sentido a Dios. Y lo lamento mucho. Soy un insensato. Le he dicho a mi corazón “No hay Dios.” Y es que mi corazón, que impera sobre mi razón, ha dado ya un grito de agonía, y, en medio de tanta Soledad, se ha confesado que Dios no existe. Yo sé con certeza que existo, pero sé también que podría no existir. Y Dios quizá exista, pero, al igual que el hombre, podría no existir. La existencia como un semental azul. La inexistencia como un montón de vidrios rotos.

El odio

Te odio porque te amé
Pasaron los ángeles y nos bendijeron
Odio nuestra Beatitud
Y sólo tus piernas han quedado
en mi recuerdo

La espera

La rosa en el lomo del lobo
La fiebre de las pesadillas
El lirio en el testuz del toro
El delirio en medio del fuego
Me estoy muriendo
Me estoy matando
Y aún espero la desesperación
Y aún espero la desesperanza
La mirada de un hipogrifo
La ceguera de un dios
No sé casi nada de mí
Mis soliloquios son un intento de entenderme
Apenas me entiendo
Apenas soy
La vida es una loca calata que blasfema
Y bajo su mirada estruendosa
me mato día a día
Y aún espero la desesperación

viernes, 15 de octubre de 2010

Haikus

Los tilos de la Calle Úrsulas
Ya se van pelando
Y muestran sus cuerpos melancólicos

El viento ha deshecho
Mi máscara de hojas secas
Necesito otra para poder vivir

Quise vivir sin máscara
Y acabé juntando
Multitud de máscaras

Deseo de conocer

El hombre tiene, naturalmente, el deseo de conocer, dijo Aristóteles. Desde niño tuve siempre muy acentuado el deseo de conocer. Quería conocerlo todo, y me hacía preguntas a mí mismo. Por obedecer a ese deseo de conocer, muchos han muerto o han estado a punto de morir. Muchos han sido lacerados por buscar la verdad con gran inquietud. Y es que, según algunos, existen las verdades que deben conocerse y, asimismo, las verdades que no deben conocerse. Sin embargo, todo debe conocerse en esta vida. Mi frente se reclina en la arista de una grada y se golpea una y otra vez. Corro desesperadamente, escapando de lo que quiero conocer. Y me contradigo. Los relámpagos iluminan mis oscuras pesadillas. Mi corazón inquieto vaga y conoce… La vida es peligrosa. La inquietud es peligrosísima.

Vida y Tristeza contigo

Contigo, mi carne se quedaba triste
Eras un cuerpo excelso
Eras una mujer vesánica
Mi carne miraba a las estrellas
Y se ensombrecía
Eras un demonio tan triste y tan dulce
Eras un demonio tan angélico
No encontraba la vida que había en ti
La tenías oculta porque sabías que acabaría
destrozando a quien la conociera
Mi carne era dichosa en la cópula
Pero cuando todo terminaba, yo sólo
era un amasijo de carne melancólica
Aun así, viviría contigo, no obstante
la derruida Tristeza de mi carne
Te amo con toda la pena de mi ser
Y viviría contigo, destruyéndome

Mi pensamiento

Mi pensamiento es un vestiglo que camina desmañadamente
por la floresta nocturna
Aves de Noche se posan en su ancha espalda
No teme a los vampiros de las cavernas umbrías
Y de sus mejillas surten gusanos gordos y negros
Mi pensamiento cojea y pelea
Se parece a un ser horrible que caminara
defectuosamente
Desamparado, solo, íngrimo,
se distrae mirando el Mar,
dejando de escucharse,
oyendo sólo las aguas
Mi pensamiento está enfermo
Una salamandra lame mi sombra con su lengua de fuego
En el lomo de un perro sarnoso se acurrucan las reflexiones
Mi pensamiento es un río flaco y vertiginoso
Pienso, luego apenas soy

jueves, 14 de octubre de 2010

Castigos

Mi alma se detiene a contemplar la Luna
Los dioses se ocultan en la tiniebla del Silencio
La Angustia es un montón de pájaros dentro de mi pecho
Mi alma se detiene a contemplar la Luna
Y hiere el pensamiento
La lágrima de un lobo humedece una piedra
Los dioses hacen como que desaparecen en el Infinito
Y mi alma, desmembrada,
comprende el castigo de la vida breve,
comprende el castigo del para siempre

miércoles, 13 de octubre de 2010

Haikus

La piedra de la montaña
Sangra a solas
Bajo el Sol

Los tilos de la Calle Úrsulas
Se deshojan, una vez más,
¿y cuántas veces más?

La vida es una loca desnuda
Con un cuchillo
Entre las manos-Pasa el viento

Sobre la suciedad y el excremento

“La compasión del santo es la compasión por la suciedad
De lo humano, demasiado humano”
Nietzsche

Los santos, que aún existen, lloran ante los excrementos de los hombres. Algunos, para mostrar aun más su santidad, comen algunas heces. Me han propuesto sacarme toda la suciedad que hay dentro de mí. Todos tenemos un poco de mierda en la esencia, y me proponen sacarme esa mierda. No acepto. ¿Qué sería de mí sin mi suciedad? Perdería mi esencia. Me convertiría en algo que definitivamente no debo ser. El excremento del alma, es decir, su suciedad, es la que la hace humana, demasiado humana. Protejamos, pues, el altar del excremento.

Elegía

Odiaba cuando llorabas
Porque pensaba en los arroyos verdaderos,
Puros, diáfanos
Te maté en mi sensibilidad
La Luna rió mucho cuando lo hice

El Mar de la Locura

El sufrimiento es el camino a la Beatitud,
así de gracioso
Mucho ha durado la pelea con el Ángel
Le he sacado los ojos y él me ha roto un brazo
Los lobos más fatídicos han aullado en torno a nosotros
Y he esperado fervientemente el Alba que aún no llega
No es la Noche del buen hombre que se acuesta y se queda dormido
como un rorro; es la Noche del alma atormentada, del espíritu libre,
de la mónada desolada, del átomo solitario, del individuo noctívago
que no consigue dormir, insomne…
La vida es sufrimiento, dijo Buda
Las hojas de los chopos cantan mientras el viento pasa
Quiero escapar del sufrimiento
Y hace mucho tiempo que no puedo meditar sentado,
con los ojos cerrados, como Buda
No sé para qué soy
No tengo sentido
Las colinas violetas sosiegan mi pensamiento
Y recuerdo la neblina de Lima, que me ocultaba de todos
Y me perdía
Estoy cansado de luchar con el Ángel, mucho ha durado
ya esta agonía
Luchar con un Ángel todos los días es algo consuntivo
He redescubierto el asombro, el gozo,
El pesar de estar vivo
El malestar de vivir
Alguien debe tener piedad
O desembocaremos en el Mar de la Locura
Porque como todos ustedes saben, el Mar
está loco
Muchas veces he pensado en que el loco debe
Consubstanciarse con el Loco
Relámpagos blancos
Ríos nocturnos bajo los relámpagos
Los hombres son como ríos
¿Cómo librarnos de nuestra Locura?
Sol de intenso amarillo

martes, 12 de octubre de 2010

Dioses y pasiones

Los dioses son pasiones humanas a las que ponemos un nombre
Hay tantos dioses dentro de mí
Estoy lleno de dioses que desaparecen en el espacio oscuro
de mi alma mordida por los lobos, trastornada
por la Luna
Dioses de zafiro me contemplan desde una nube
Pueden someterme a un tormento
Entonces huyo de ellos, llevándolos dentro de mí

Haikus

Voy por la vereda
Al pie de olorosos plataneros
Y piso hojas secas

La tarde está fría
El Cielo está encapotado
El Otoño está aquí

Los dioses me pegan
Con piedras en la cabeza
Mientras las hojas caen

La flor de fuego o a Cesare Pavese

Cuando venga la Muerte quiero que tenga tus ojos. Pavese vio cómo dos súbitos ojos, de violenta y dulce mirada, aparecieron en la masa de su oscuridad, de esa oscuridad que ya le impedía ver el Sol, a Pavese, al que buscaba el sentido de los hombres contemplando a los aldeanos que pasaban por el camino polvoriento. Sí, cuando venga la Muerte quiero que tenga tus ojos. Y el sufrimiento me habrá hecho caer más veces. Y la Luna, al verme, habrá llorado. Y me habrá abrazado el Alba. El hombre es un ser de alma arrodillada. Amamos la vida, pero es ella, lo que más amamos, lo que más rotundamente perderemos. Pavese alguna vez estuvo lleno de vida. Y de tanta vida, que gran parte de ésta resbalaba al balde de la Muerte. Las calles y los faroles, esos faroles que tanto amó Pavese-que tanto amó Gerard de Nerval-, son nuestro paisaje nocturno, aquel que nos lleva a perdernos dulcemente en la Bohemia, diosa rijosa y rubia. A los poetas les ha sido concedida una flor de fuego, y con ella y por ella viven.

Muerte de un amor

Desde lo alto del acantilado, miro el Mar plateado y calmo,
oigo a la brisa taciturna, y recuerdo un lastimado amor
Miro cómo se muere un amor, tan absurdamente,
tan cruelmente
Pero me gusta que el amor muera
Sólo un corazón equivocado puede seguir al amor
Pero el yerro es percibido después y no antes,
ante las olas que se suceden, mientras
el Sol se pone
Las gaviotas trazan tu amor, aire en el aire,
pero con cuerpos,
con causas y orígenes
Las campanillas descienden por los barrancos
El Mar agoniza perpetuamente
Y se muere un amor
Nuestros cuerpos adquieren sentido
en el acto amatorio
Fuimos tan crueles con nosotros
Estuvimos tan cerca de morir
Qué lastimado amor
Nuestras heridas nos unen
Nuestro dolor es escarlata
Desde lo alto del acantilado,
contemplo el horizonte, la neblina,
y un amor cuya muerte me divierte

Cabeza, alma, corazón

Mi corazón es Mr Hyde
Y los corderos corren hacia mi morada
para turbarme, para que yo los mate
Mi alma es el Dr Jekyll
Es blanca, circunspecta y aséptica
En las Noches vaga por los desiertos de roca
donde nunca pasa nada
Los guerreros escampan la playa
para que se lleve a cabo el combate entre el ser y la Nada
Las gaviotas vuelan a través de mi espalda
Mi cabeza es Blaise Pascal
Me he arrastrado a través de incontables borracheras
Me he arrastrado, borracho, para
hallar la verdad, esa quimera
¡Crédulo de mí!
¡Ingenuo de mí!
¡Candidísimo de mí!
Oigo los aullidos de lobos funestos a través
de las tinieblas de mis pesadillas
Mi cabeza es Iván Karamazov
Hablo con el Diablo en íntimo soliloquio
Me enternezco al contemplar
los pájaros y las flores
Trasciendo con mi amapola
las flores del Bien y las flores del Mal
Mi corazón es Baudelaire

viernes, 8 de octubre de 2010

Haikus

El viento pasa
Y hace volar hojas,
Fragmentos de hombre, máscaras

Los caminos que recorrí
En Verano ya están cubiertos
De hojas secas

Canto del mirlo
Secreto de un
Universo interior

La pelea

Cuando era niño, subí una alta montaña con mi padre y mis dos hermanos menores. Me quedé atrás y sentí la Soledad del lugar. Un águila pasó volando sobre mi diestra. Grité para escuchar el eco. Las piedras emitían un débil zumbido y el Sol reía a carcajadas. Supe que algún día tendría que pelear con Dios. Supe, en medio de toda aquella Soledad, que alguna vez tendría que matar a Dios. Esa idea se me clavó en la frente como un cuchillo de piedra. Surgieron interrogantes. ¿Cómo matar a Dios? El era muchísimo más fuerte que yo, y me vencería fácilmente. Pero yo no quería que el Creador me matase. Yo tendría que matarlo a él de alguna manera. Pasó el Tiempo. Después de muchas reflexiones, me di cuenta que para matar a Dios tendría que matarme a mí. Tendría que matar toda idea de Dios y de lo divino que habitara en mí. Tendría que negar lo que antes afirmaba. Me destruiría. Sería una dura pelea. O mejor debería decir, será una dura pelea.

Más allá

Más allá del Bien y del Mal,
de lo puro y de lo impuro,
de la túnica de Dios,
entro a ti infinitamente
Me quedo amándote,
muriéndome con un dolor
placentero,
besándote con el mismo gozo
con el que comería una fruta
Maltratando mi pene
Fauno rabioso entre tus piernas
Más allá del Árbol de la Ciencia
y del Árbol de la Vida

A Dios Todopoderoso

Seré tu víctima desnuda
La Luna me mirará y sonreirá mientras me torturas
Me torturas con tu existencia,
con los desiertos nocturnos en los que el alma
no sabe adónde ir
Me gustaría dormirme en tu pecho,
pero me devorarías como Saturno a sus hijos
No te gusta el hombre
Y con su vida te deleitas
Enloqueces, tus ojos aparecen vesánicos
en las fuentes y las mujeres enamoradas
huyen de ellos
Seré la criatura cubierta de sangre
de niños, seré
la criatura oprimida por su Creador
Tendido en tu diván, eructando
y tirándote pedos, te entregas
a tus delirios, suscitados tan sólo
por tu deseo, más fuerte que cualquier droga
conocida por nosotros, los humanos
Reclinado en el Universo, borracho
de sangre, vino y orina,
borracho de humanidad,
borracho de esencia,
me azotas con un cometa
Yo no estoy en ti
y tú no estás en mí
Y ambos somos un sueño

jueves, 7 de octubre de 2010

Historia de un adolescente

Era un adolescente taciturno obsesionado
con el Espacio infinito y mudo que veía
Quería caer para arriba
Pero sabía que antes tendría que caer para abajo
Los lobos iban todas las madrugadas a rascar la puerta
de su habitación y a gañirle
Y cada Noche, antes de dormir, un cuervo
le decía Nevermore
Así nació su Nostalgia
Ahora ya no es un adolescente,
pero sigue teniendo ese mismo encanto,
aunque roto, rajado, fragmentado
Aún es taciturno
Y ya está desencantado de la vida
Ha bebido la orina de mujeres adolescentes en copas
De oro con incrustaciones de jade
Ha comido el excremento para devolverse a sí mismo
la sabiduría que perdía
Se ha iluminado
Y sabe que toda luz es la máscara de una feroz oscuridad
Y, entre la gente de las calles, y aun solo,
tiene miedo
Quizá necesite un médico
Quizá su alma esté enferma
Quizá sea cosa del Otoño
Todas las Noches el Nevermore del cuervo
Y su graznido que revela el secreto del Universo,
sobre una rama

miércoles, 6 de octubre de 2010

Haikus

Es la tarde
El Sol calienta tibiamente
Como una fogata

Y se acercarán desnudos
A la piedra de la Eternidad,
Sólo un instante

Árbol agitado, desnudado
Perdiendo follaje al son
Del delirio del viento

Alba

Recuerdo cuando te esperaba en el prado, aspirando el perfume de la yerba fresca y verde. Tú llegabas, blanca, gris, redentora, y comenzabas a hacer el día. Alba mía, hace cuánto que no te veo… Tú me salvarías de mi Noche interior. Leve temblor de la luz, luz pálida, luz fría. Es muy oscura esta Noche. Te necesito, Alba mía. La Noche es desoladora. El ruiseñor ya no canta. El mirlo está mudo. No hay ni Luna ni estrellas. Sólo el viento se aburre entre los árboles. Alba triste, cuando yo despertaba y salía a recibirte, sentía una terrible Tristeza. Comenzaba un día. Un día se erguía con todas sus armas, y yo esperaba inerme. Al principiar el día, uno es el hombre más indefenso que existe. Le aflige existir. Siente que no está listo para arrostrar la vida. Es como un niño con miedo a ir al colegio. Pero hay que salir. Pero hay que existir. Hay que vivir. Duermo hasta muy tarde y no veo el Alba. Sin embargo, alguna vez saldré a esperarla, como antaño, y me llenaré de fuerza. Y me salvaré.

El fuego y Ella

Faviola,
soy aquello que no quería ser
Ahora me quemo las manos con un fuego blanco
Ahora veo en los arreboles tus cabellos
Ahora simplemente quisiera ser tu compañero
Pero el fuego quema la esencia
Y la herida es indeleble

Noctívago

Desciendo por el barranco sembrado de campanillas
La Noche de crespón oculta sus diamantes
El Mar da vueltas sobre sí mismo
Huele a resuello del agua viva
Soy una criatura extraviada que no sabe nada de su Creador
Como la serpiente que se traga su propia cola,
yo me trago a mí mismo
Soy, a duras penas
Peces azules abren y cierran la boca entre las yerbas
Olas, piedras, tigres de azur, crótalos,
ojos de espuma, manos que renacen de los muñones,
corzas corriendo, gaviotas saliendo de mi frente,
temor, temblor, bruma de ser,
Noche oscura del alma,
Sueño de la vida
Soy un individuo que no sabe si es o no es criatura
Castillos de piedra
Sangre de la piedra
Incertidumbre
El sueño de no ser

martes, 5 de octubre de 2010

La Esperanza es negra

El dolor es amarillo
Y el perro vaga por los acantilados,
mirando a ese animal tan grande
que se ríe de él y que a veces
se encrespa como para atacarlo
Las ratas se ocultan entre las campanillas
Los mioporos miran el Mar oscuro,
miran la Noche oscura del Mar,
horrenda, ruidosa, espeluznante
La Luna es una máscara diamantina
Las olas se alzan como espadas
y caen y se rompen en pedazos
El coro de abismos es azúreo
Y tu risa es albicante
Y tus ojos son de acero
Camino por la playa del viento
El viento es un oráculo estentóreo
La Soledad es blanca
Y mi Muerte es roja
Y tu vida es azul

lunes, 4 de octubre de 2010

Haikus

El viento como un río
Trasparente desata
Sus aullidos desesperados

El viento empuja y abre mi ventana
Silba Se desespera Suelta alaridos
Lo ha enviado Eolo

Los árboles pierden follaje
Es el viento largo,
De larga furia, de larga pena

Mi prisa


Siempre llevo prisa. Mi sombra roza muros y calzadas y se rae. Todo lo que hago lo hago con prisa. Camino con prisa, paseo con prisa, viajo con prisa… Los que me conocen me dicen que me calme, que lo haga todo con más Sosiego. Pero el Sosiego yo no lo conozco. No sé lo que es dormir tranquilo en el prado, o quedarse tendido mirando las estrellas toda la Noche, o permanecer contemplando el Crepúsculo. He hecho todas esas cosas, y me he embelesado, pero en cierto momento he sentido la gana urgente de marcharme sin rumbo alguno. No puedo permanecer quieto. Mi Inquietud es mi enfermedad. Mi Inquietud es mi Beatriz. Ando inquieto todo el día, toda la Noche. Ando presuroso, desasosegado, desalado. No sé qué debo hacer. Lo que quiero es permanecer tranquilo, olvidarme de la prisa. Caminar de un lado a otro tranquilo y plácido como uno de esos individuos de la tribu Baulé, que no conocen el concepto de prisa. O andar como un peregrino a quien no importe el Tiempo. Me preguntan por qué siempre voy con prisa. Respondo que porque me estoy muriendo, y necesito hacer las cosas con prisa. Sin prisa, no me va a alcanzar el Tiempo para hacer todo lo que quiero. Porque me estoy muriendo, como todos, como tú. ¿Comprendes ahora mi prisa? ¿La comprendes, prójimo mío? Siempre llevo y siempre llevaré prisa. Mi sombra ya está vieja y raída.

Ofrecimiento

Sandra,
cada vez que camino por las tardes
soy más yo
Cuando lo que yo deseo es ser menos yo
Y así tocarte con un tacto nuevo,
con una mano inédita,
con una palma en la que comían las águilas
Ando solo y hago como que voy contigo
Hablo solo, esperando decirte alguna vez
mi soliloquio
Sin ti estoy muerto
Sin mí viviré sólo por ti y para ti
Soy tu Amante, Sandra,
el que te ofrece el joyero del Cielo,
absurdamente

Locura divina

Yo soy una locura de Dios
Y cada uno es una locura divina llamada ser humano
La Locura celeste mora en las tinieblas
en las que todo se pierde, en las que
jamás se vuelve a ver lo que se vio
Un lobo flaco, alto y sarnoso
olfatea una estrella muerta
La Luna canta una canción que habla
del amor y del suicidio
Las violetas se enroscan en mis tobillos
Con la razón lisiada me tiendo en la ladera
de un hontanar
La yerba es azul
La Luna se refleja en el agua
El Cielo calla como un animal muerto
El Silencio divino se parece a una tela de araña
El estiércol del Tiempo cae mientras las Horas pasan
El viento hace ruido en la floresta
Soy una locura de Dios
Pronto ya no tendré ojos,
y así veré mejor
Mi razón es un juguete que examino por todas partes
Es una razón enferma mordida por los chacales
mientras dormía
Soy una locura de Dios
Por mis venas corre sangre demente
Y al lado del río fluye mi mente vesánica
¿Cómo escapar de esta clase de Locura?
¿Cómo ver pasar las nubes y sentir
una dulce quemazón en la frente?
Somos locuras de Dios
Quizá seamos inocentes

viernes, 1 de octubre de 2010

Haikus

Me gustaba subirme
A los árboles y arrancar
Las hojas secas-Divertimento de Otoño

Tras la máscara humana
Sólo queda la divina
La divina que es mentira-sólo hay una cara perpleja de animal

Dejo en paz a mi vida
Que se hagan el Azar
O el Destino-Sauce contrito

Melancolía

Perro flaco, ángel triste, caminos desolados que la luz del Crepúsculo recorre. El Mar encorvándose y torciéndose lentamente, bajo la niebla del Otoño. Las gaviotas volando y chillando como niños expósitos. Un hombre cualquiera sobre el cual se cierne la desgracia como si fuera un héroe de tragedia griega. Esplín, flébiles caminatas, Melancolía. Doy una vuelta alrededor del lago silencioso, al atardecer, y oigo, de pronto, el canto del mirlo y el croar del sapo. El Cielo está vacío. La Nada se traga al ser. Un lobo de pelaje cano yerra por la estepa, muerto de hambre, enjuto de Soledad. Los sauces parece que rezan, contritos, y caracoles negros y viscosos suben por mis pies. Conozco la Melancolía desde niño. A veces me amohinaba sin saber por qué. Y me quedaba solo tendido en la cama de mi cuarto, o salía a caminar por la calle. Suave rosa que corta las venas. Melancolía, ángel triste, despliega las alas y condúceme por tus yermos a la luz del claro de Luna. Despliega las alas y llévame por tristísimos caminos. Despliega las alas, perro flaco, y sé un animal extraño, alado, terriblemente fiel. Sí, terriblemente fiel.

A batallas de amor, campos extraños

No me gustaban los hoteles
Allí hacer el amor era algo más sucio y más triste
Cuando intentaba dormir oía los jadeos
de las parejas que ocupaban las otras habitaciones
Y me sentía solo, culpable, incómodo
Al lado del cuerpo desnudo de ella,
por ratos me quedaba dormido
Y tenía pesadillas
La habitación se llenaba de cuerpos desnudos
El suelo se cubría de semen, de fluidos
Y todos iban muriendo al llegar al orgasmo
Cuando despertaba, buscaba el pecho
de ella
Pero no me ofrecía ningún reparo
En las habitaciones contiguas parejas
jadeaban exageradamente
Con el pene inflamado- ella era insaciable-,
me refugiaba debajo de las sábanas
y ponía la cabeza bajo la almohada
No, no me gustaban los hoteles

Vislumbre

Perros flacos y llagados con collares de diamantes
pasan por la cabeza herida de un mendigo
En mis ojos se quedó atrapado un chopo
trasparente y en mis pies magullados
se han quedado adheridas asquerosas sanguijuelas
El horizonte está cubierto por una niebla que parece
una cabellera vaporosa,
Y el Sol, como un guerrero,
derrama su barba
Nunca supe cómo vivir
Soy un animal cordial cuya razón anda averiada
Mi Cielo es un infierno
Y mi infierno es una vida
Los aullidos, gritos e insultos que repetían
los monstruos de mis pesadillas acabaron
por acabarme
Mi corazón rajado espera una redención