Muerte vital

Muerte vital es la vida
Las palomas vuelan como recuerdos que se van
para nunca más volver
Como una liberación de la Nostalgia,
con ojos heridos,
con hormigas en la lengua,
cruzo pórticos derruidos
en los que los perros se mean
La Alborada de la neurosis
niega Noches de obsidiana
y caracoles reptan por mis piernas
Corza que huye de mi pesadilla
Garza que puebla de lamentos la ribera
Hombre con el alma desmembrada
Cómo vivir, me pregunto
Y cuándo vivir
Cuándo matar a las moscas para que sepan que no estoy muerto
El Sol se mesa los cabellos y ríe de mi tragedia
Como en una tragedia griega
soy el héroe a pesar mío,
soy culpable de algún delito a pesar mío
Y cumplo mi Destino
Por mi pecho camina el escorpión de la Angustia
Vivir es caer
Es mejor no intentar comprender la vida
Los caballos del frenesí pasan corriendo
sobre mí, mientras pierdo el sentido
y la memoria
Creo que tengo miedo,
miedo al Mundo
Soy un muerto vivo
Y rezo al Cielo inevitablemente
Tal vez Dios exista

Haikus

Los sauces pensativos
En la orilla del río
Parece que me ignoran

Pensativo, comparto
El rosedal
Con los cuervos

Tu vida sabe a adelfa
Y a cicuta
Suplica a los dioses para que cambie de sabor

Comprensión de la vida

¿Cómo así podemos aguantar la vida? La aguantamos porque no la comprendemos.
El Sol de perfil derrama sus barbas. Si comprendiésemos la vida seguramente enloqueceríamos. No me quejaré bajo las estrellas, está bien no comprender. La vida no está para comprenderla, está para vivirla, dijo Unamuno. Yo quiero vivir la vida. Yo quiero existir. Pero muchas veces quiero comprender por qué la vida se muestra incomprensible. Y esa incomprensibilidad me angustia. En cierta ocasión, mientras caminaba por los campos de Castilla, vi a una encina solitaria en una loma. Me pareció comprender la vida. Al menos tuve un vislumbre. Pero fue breve y efímero. La Esfinge pregunta qué es la vida, y yo no puedo responderle. ¿Es un sueño acaso? ¿Un frenesí, una ilusión, una sombra, una ficción? La vida es un mal sueño. Es una loca con un cuchillo en la mano. El viento juguetea con los chopos. El río refleja el Cielo, los álamos y las torres. Estoy dispuesto a comprender la vida y a volverme loco.
Mi mente es una desvergonzada.

Tu mirada es mi vicio

Tu mirada oscila entre el ser y la Nada
Tus ojos verdemiel me miran con un rescoldo
de ternura
Tus ojos que alguna vez me miraron
con el deseo bruto, animal
Tus ojos acostumbrados al Sol de las playas
Tu mirada es mi vicio
Sin ella no puedo vivir
Ven y mírame un instante
Sólo un instante
Para poder vivir tranquilo
Mirada de demonio que tentara a un ermitaño,
ésa es tu mirada
Tus ojos ocultan su tristeza
Se reflejan en las fuentes y en mi pecho
¿Acaso han olvidado su extravío cuando
hacíamos el amor?
Ojos blancos de éxtasis
que luego me miraban
diciéndome que me amaban
Y cuando llorabas, cómo bebía
yo tus lágrimas,
y cómo me quedaba mirando
el poso con el que tú me mirabas
Tus ojos te traicionan
Finges ya no quererme,
pero me miras como antes
Esa mirada por la que me dejaría matar
Esa mirada llena de jardines
Esa mirada dulcísima, inevitable
Esa mirada por la que puedo ser o no ser

Vida y Mundo

El momificado colibrí de la Esperanza
liba negro néctar de flores de oro y de plata
Lento, como un elefante, camina el desespero
Un ángel ebrio busca a los demonios para que lo sodomicen
No hay nada más fácil que deshacer a un hombre
Como vagando, busco mis restos, en el campo
y en la basura,
en las aceras de la sucia ciudad
Vine, aturdido, de la Nada
Vine de la Nada al ser
Y eso duele
El ser es una espina clavada muy hondo
Una jauría ladra y orina en mi puerta,
rescatando mi ira,
negando mi vida
Del ser volveré a la Nada
Con poca vida, con casi la mitad
de mi Muerte
Y los pájaros volarán por el Cielo de zafiro,
gorjeando sobre los restos de mi vida
Se acabará el mal sueño
Advendrá una noche oscura, solitaria y definitiva
De momento, caigo a mis pies
y me prometo conocer la Beatitud
No creo en mis promesas
Me he mentido mucho
El Bien y el Mal han acabado conmigo
Habría que talar el Árbol de la Ciencia
Y terminar con ese dualismo letal
que lesiona el alma
Van pasando los años y no sé qué hago
o qué debería hacer aquí
Eso es vivir
La herida irrestañable de la Nostalgia
se ha abierto más
Tenemos miedo a causa de la liebre sangrante
de la incertidumbre
Este Mundo está mal hecho

Haikus

La Noche corre lenta
Por mis venas, y la Luna
Se pega claramente a mis ojos

Cuando el Mundo
Sea una puerta cerrada
Todo y nada tendrá sentido

Gorrión del Verano
Quietud, calor y de pronto una mosca que zumba
Golondrina de la Nada

Poesía=Destrucción

Triste como la muerte del perro de la casa, así algunas madrugadas pienso en la muerte de cada uno, tan sola y penosa. Los arroyos fluyen lavando el cadáver de un gato fenecido. Y parece imposible que una mujer bella vaya a morir. Si tan sólo, después de muertos, fuéramos al Cielo. Allí hay Beatitud, azul y espacio para los que se acaban. Todos nos acabamos. Todos nos vamos acabando. Así es la muerte. El hombre es rocío de los prados. Como algunos Silencios intensos de la Noche, el corazón calla porque comprende. Y la palabra tiembla antes de salir resignada y reluciente al Mundo que necesita ser nombrado. El poeta nombra, crea, repite. El poeta es destruido por la Poesía. El hombre es destruido por el poeta. Y yo quiero ser hombre… Cuán poco lo he sido. Un ángel lame el blando helecho, y unas hermosas piernas de mujer se cruzan, despertando al fauno que soy.

El Paraíso perdido

Tú eres mi Paraíso perdido
Me alejabas del Árbol de la Ciencia
para que no cayese,
para que no me olvidase de nuestras praderas,
de nuestra pequeña Beatitud
Yo temblaba entre el Bien y el Mal
Quería estar más allá de ellos
Pero no podía
Había comido mucho fruto del Árbol
Y tú te angustiabas
Y me mostrabas tu desnudez,
que no era ni buena ni mala
Eres mi Paraíso perdido
Mi Sosiego en la floresta
Yo que perdí mi candidez
buscaba refugiarme en la tuya
Tendido en tu regazo, aullaba y trepidaba
Ya veía la proximidad del Mundo sin Paraíso,
la aventura sin ti,
el horror de la dualidad
Recuerdo el canto de los pájaros
cuando descansábamos en la tarde fresca
Cada vez me era más difícil reposar
Vivía entre el Bien y el Mal
Y me atormentaba
Debí haberme quedado echado en tu seno
y oír el rumor de los ríos que fluían
No recuerdo qué pasó, pero
alguna vez desperté en el Desierto,
solo y maldito
Oh Paraíso perdido

El viento entre las juncias

El abismo que me imanta
mientras un coro de lobos me aturde
y no me deja pensar bajo la claridad
de la flor del Sol
He dejado de ser inmortal
Amasijo de carne mortal, sufriente, finita
Rosas de carne
La mentira del ser
El lirio de la Nada
Prados donde la vida es cierta
Donde la Nada se demora en pudrirse
Aguijón del escorpión del odio
Del odio que el amor alberga
Del odio que el amor guarda como una flor
de belleza extraña
Pellejo fiel de la gamuza de la furia
Furioso de ser sin causa
Furioso de resbalar a veces hacia el no ser
Solo en la arboleda, olvido lo que soy
Vivo la dicha de no pensar
De caer vivamente y olvidar
Un demonio danza en mi cabeza
Me alejo por el sendero de tilos
acuitándome, viviendo a pesar mío,
estrechándoseme el corazón,
padeciendo las metamorfosis del Tiempo
Siendo ora uno, ora otro
Oyendo el pensamiento como se oye el viento
entre las juncias

Nervios como puentes colgantes

Olas de jaspe en las que se encuentra el sentido de la vida
Sol erizado, Cielo abisal
El viento hace danzar los follajes
Fragmentos de lo que fui yacen esparcidos
por el desierto de la existencia
Y mi vida que cae consiste en reunirlos
para ser realmente
La corza del vértigo da vueltas a mi alrededor
El Sosiego parece una deidad inasible
Nunca gozo de la mentida paz espiritual
El tigre del desasosiego ruge todo el día
Y yo apenas sé quién soy
La espalda del Universo
La adarga de lo existente
Como un hombre ante un muro
El Silencio absoluto del Cielo
Y este no entender
y tratar de vivir así,
con la ternura de las flores
y la parte ininteligible de la vida
Ahora que puedo no ser

Haikus

Noche serena, apacible, estival
Mi corazón inquieto se sosiega
Ahora resulta imposible que se desate la tragedia

El Sol de las moscas
Se ríe de los que esgrimen
Su inútil matamoscas

Se me morirá el alma
Cuando sepa lo que quiero
Y no debo saber

El cazador

Darle a la caza alcance, saber qué es lo que quiero, no tomarme tan en serio la vida, así la ternura de las aguas del arroyo sería verdadero Sosiego. Si me abren el pecho verán un corazón tembloroso y sangriento. Tanto es lo que me ha dañado esta muerte en vida. Como la tristeza de los animales que van a morir es mi tristeza. Morir solo en un rincón del Universo, sin haber comprendido nada, con la conciencia de una aventura incierta. Hay algo que persigo, y que me huye. Si pudiera atraparlo ya nunca más preguntaría qué es la vida. La Poesía es una persecución. Consiste en darle a la caza alcance, aunque se pierda el alma en ello. La vida es una persecución. El hombre es un cazador. ¡Cuántos cazadores terminan sus días sin haber cazado nada! Y es que jamás queda claro qué es lo que se tiene que cazar. Es indefinible. Escribir un poema es haber cazado algo. Comprender algo inexplicable es haber cazado algo.
¡Pero qué difícil es! Darle a la caza alcance.

Bajo tu mirada se revela lo que existe

Montañas, ríos , prados,
vegas, sotos, Mar…
Tú creaste la belleza de los lugares,
que sin ti no son más que rocío
Tu mirada creadora,
límpida, profunda,
llega al meollo de mi esencia,
y me siento desnudo de inmortalidad
ante ti
Me encuentro en mi camino
con huecos de Soledad,
con huecos de la Nada,
con un hueco en el ser
Sol , Luna , estrellas,
acantilados, boscajes…
Sólo sueño con tu desnudez
Sólo vivo por la certeza de tu existencia
Ahora lo dejo todo para seguirte,
pero después, ¿quién sabe?
Puedo desamarte…
Todo puede dejar de existir para mí
Sólo la Nada sería
Temo desamarte porque los pájaros
me enseñan veleidades con sus cantos,
y las nubes que pasan me muestran
lo efímero de todo
¿Por qué tú y yo tendríamos que permanecer
unidos en el lago del amor?
También somos momentáneos
y nuestros corazones cambian de talante
En esta existencia ni siquiera el corazón es sagrado
Cerros, cañadas, desfiladeros,
choperas, saucedas, alamedas…
Tu cuerpo ahíto de ser,
dándome más alma,
recreándote cada día
en que pareces recién hecha

La fe desesperada

La fe es desesperación
Para existir hay que creer en uno mismo
y resistir la corriente de los ríos que nos rodean
Caer por el abismo es vivir
La vida nos mata
Qué plenitud de Muerte es la que a veces se vive,
cuando se descubre el diamante de la existencia
y el viento roza el cadáver sensible,
la mortalidad inevitable, presentida, aceptada
A veces recuerdo lo que no sucedió
De lo que no sucede va haciéndose la vida
Y sólo sucede lo que dicta la voluntad de los dioses
Asesinado por la vida,
veo que el Sol longevo se ríe de mi tragedia
y que el Cielo aguarda mi caída
Desesperado en el brezal,
considero la eterna Soledad que viviré
Nacemos y morimos mucho
Y un hombre nace después de tantas muertes,
y muere después de tantos nacimientos
La garza del desconsuelo
rompe mi alma con su canto
Y la corza corre y salta por encima del desasosiego
¿Estoy solo?
Un dios resbala del poema,
babeando, naciendo
La fe es desesperación
Mis rodillas están cansadas de tanta súplica asustada
Las golondrinas me dan Esperanza
Cada día temo menos a la Nada

Camino falaz

Cuando el espejo de jaspe me revela mi Angustia,
y la vida cae como un abismo,
me abaten las zarpas del tigre del desasosiego,
y francamente no sé qué hacer
para decir que vivo
Bocanadas de la Nada derriban al ser
que no sabe ponerse de pie-
un ángel nihilista lo ayuda a pararse
para que pueda volver a padecer la existencia-,
la cara de leproso de la vida
Desolación de una puerta cerrada
Quimera de la Eternidad-
cualquier Quimera es una verdad-
El Sol eriza su luz de fuego
y me hinca las rodillas
Miro al Cielo y caigo hacia arriba,
hacia el abismo azul pastel
Ruiseñor de la Nostalgia,
alondra del delirio,
Alba redentora
para mi cuerpo que madura
para el Nirvana
o para la Nada
La existencia de Dios me produce dolor de estómago,
y su inexistencia un dolor en la esencia
Existen hombres a los que les gusta el dolor,
y buscan el río de alfanjes negros
Vivir báquicamente, beber del sucio y purísimo Leteo,
es consuelo para vivos y muertos
Sueño que sufro
El sufrimiento de Buda es sueño
El sufrimiento de Cristo es sueño
Pero qué sueño tenaz,
más cierto que la vida
Hago lo que no quiero
y no hago lo que quiero
El Tiempo se burla de las campanas
El Tiempo se burla de mí
que voy andando por la falacia del camino

Haikus

Hasta cuándo los ángeles
Y los demonios, ¿el Bien y el Mal?
Yo quiero lo que hubo antes de la dualidad

Luz de diamante entre las flores,
Al pie del acantilado
Recibiendo el beso tierno y blanco del Mar

El abismo se convierte en vida,
La vida se convierte en abismo,
Y se vive cayendo

El hombre malo

Se vive para no vivir. Después, las ondas del Mar, las cicatrices momentáneas del arroyo, la herida abierta en la esencia… Se existe para no existir. Antes, la placidez de ser, tendido en el soto, o bañándome en el río, viendo al viento haciendo danzar el follaje de los álamos…Demonios sumerios espantan al caminante que surca desiertos, y ángeles demacrados cuidan de los hombres de este siglo, desesperanzados. Un profeta come excremento y anuncia venados alados y desesperaciones diarias. El hombre es un ser para la vida y para la muerte. El hombre no puede ser un cordero para el hombre. Pecaría de ingenuidad. El hombre es un lobo, pero un lobo triste y famélico. Aun así, devora a los corderos que encuentra en el camino. Lo hace por una cuestión de naturaleza, de paradoja, de cadenas incomprensibles. Un hombre llora por ser malo. No quisiera serlo, pero su instinto, su meollo, su esencia. La bondad es artificial, la maldad es espontánea. Nadie quisiera que sea así, pero así es.

Mi Soledad es una forma de amarte

Mi Soledad es una forma de buscarte
y de esperar que me reveles tu existencia
Todas las Noches escucho al leve demonio
del ruiseñor, y me atenaza tu recuerdo
Vives entre las flores de Nostalgia
bajo una luz inédita,
olvidándote de todo
Porque para ser feliz tienes que olvidarte de mí,
lo sé
Te descuajaringué la vida,
lo sé
Y me amas aún ante la luz del Crepúsculo,
ante el Mar,
recordándome
Quisiera ver tus ojos de arrebol
asomados al precipicio que amenaza
ser una vida
Quisiera besarte y morir luego
No supe sostener tu corazón
Mi Soledad es una forma de castigarme,
o una forma de esperarte
¿Llegarás? ¿Vendrás algún atardecer,
bajo el vuelo y el trisar de las golondrinas?
Me amaste, me ofrendaste tu vida
Pero me cansé de tanto amor…
El amor destruye al hombre
El amor da vueltas alrededor de la cabeza
y de los talones
El amor odia con un odio purísimo
Yo te odié por amarme tanto
Y acabé con tu vida
Mi Soledad es una forma de abrazarte

Es fácil

Es fácil, consiste en hacer algunas cosas
para justificar la vida
y luego
sentarse ante una panoplia
y cortarse con el ondear del trigo
Pero el hombre quiere ser y no ser
Y el coro de abismos y el cántico
abisal de las sirenas atraen a quien está
fatigado y perdido
Qué duro tender la mano esperando
hallar el tacto de Dios o la corteza
del Árbol de la Vida
y encontrar la burla de la Nada,
firme y obesa
Corros de gorriones arrastran
una sabiduría indiferente por la acera
El Sol es una zarza elástica
El Cielo resplandece y el día se convierte
en una vida
Y la vida se trasforma en un instante eterno,
y el Infinito caracolea entre mis pies
Es fácil, consiste en ya no ser cobarde,
en ser consecuente con la idea
Marcharse por un sendero de esbeltos chopos
y creer o no creer, no importa,
marcharse, largarse de una vez
Sin embargo, algo nos retiene
Conocemos la vida
Conocemos el Mundo
Estamos seguros pero jodidos
“¡Ah si pudiera disolverme, convertirme en rocío!”
Mi conciencia será una gota de rocío
Es fácil, acabar
con uno mismo y al mismo tiempo
acabar con todo lo que existe
Cuando yo muera todo dejará de existir
Seré el ser que engendra la Nada

Haikus

El aire es de cristal
Celadores del cementerio,
Los cipreses

No arranques la flor
Mírala tan sólo
Ella tiene su propia muerte

He pasado las horas
A orillas del estanque
Tarde de Verano

Bestia aprendiendo a ser hombre

Aprender a ser hombre, poco a poco, sin prisa. No importa que el aprendizaje no se termine a causa del óbice de la muerte. Al menos se intentó ser un hombre. Arena de los cerros entra en mis ojos, arena caliente de los cerros. Mi cabeza es un microcaos y no entiende por qué las pestañas me cortan las ojeras. Ya no pienso en el Bien y en el Mal, sino en lo que hubo antes de ellos. Rosas y lirios de marfil, violetas de amatista, yerbajos de esmeralda; campanillas que cubren los acantilados, mioporos que agita la brisa. El Mar, abajo, esperando un cuerpo sin alma. Fausto se arrojaría a las aguas, renunciando a su sabiduría inane. La vida consiste en aprender a ser humano. Y ser humano es ser una contradicción viva. Mis manos arden, queman, frotan mi rostro. Es la desesperación. Mis pies son picoteados por los buitres, en tanto se derraman diamantes que son el rostro oculto de la vida. Suenan violines, al atardecer, cuando uno se va quedando agradablemente solo. Entonces olvido que soy un hombre, y soy beato por un momento, breve pero lento. Al anochecer, Venus se despeina y la Luna riela. Corto mis brazos con una navaja, me castigo sin saber por qué. El hombre es culpable de algo terrible, por eso da miedo ser hombre. Bestia triste y tierna, salvaje e incomprensible; bestia que es el hombre, bestia que será siempre, pero con corazón. Aprender a ser hombre, despacio, muriendo, viviendo desesperado; aprender a ser hombre a pesar de ser una bestia.
Y tener pensamientos metafísicos mientras me corto las uñas.

Estoy solo y te necesito

Me gusta estar solo, pero te necesito
Ven, ángel de mi Destino,
dale sosiego a mi corazón inquieto
Sé que tienes miedo
Hoy puedo amarte y pedirte que vengas
y mañana puedo amanecer mohíno
y pedirte que por favor te vayas,
que por favor me dejes solo
Sería injusto para ti
Pero cuánto te añoro
Cómo no pedirte que vengas
Estoy terriblemente solo
Y tú podrías salvarme
Me preguntarías qué me pasa
Y me acariciarías la frente
Haríamos el amor y luego dormiríamos
Yo olvidaría mi Soledad,
Sería dichoso
No sé si llamarte
Creo que no vendrías
Crees que te utilizo
Y no es eso…
No sabría cómo explicártelo
A veces necesito compañía
y a veces necesito estar solo
Eso es lo que pasa
Ahora te necesito
Te necesito, corazón de mi corazón
Pero prefiero dejarte en paz

Soñaba que vivía

Soñaba que vivía,
que intentaba ser un hombre,
angustiado como un pez en diminuta pecera
Ojo rojo de éxtasis
Cuerpo roto
Alma rota
Hilillos de sangre del Silencio
Las águilas devoran mi frente
y caen guardando su agüero
El ruiseñor del Insomnio gorjea soledades,
pesadillas, esferas de cristal
Y yo apenas sé quién soy
Uno que busca sus fragmentos para reunirse,
para rehacerse
El Sol espinoso exhala su aliento amarillo
en el Cielo ardiente y turquí
Mis pies pisan guijarros por las sendas
y busco la sábana de sombra de los árboles
Temo y tiemblo al considerar lo que soy
No sé cuánto tiempo más pueda seguir siéndolo
Soñaba que vivía,
que corría por atrios de mármol persiguiendo al Alba
Soñaba que moría,
que perecía bajo cascos de caballos en la arena
anaranjada de una playa
La Esfinge me hace una pregunta irresoluble,
devora mi ignorancia,
come mi ser
Mi ser masticado de continuo,
mi ser entre las fauces de la Nada
Aún vivo, aún sueño
Pero me oculto en las galerías del Crepúsculo,
mientras tañen las campanas y ronca el Mar
Andrajos de espuma,
pedazos de oscuridad,
Luna que azula el Cielo,
Noche que contiene el Caos,
estrellas como arañas
Soñaba que vivía
Y que me cortaba el cuello con una rosa