A Mamá

Mamá, cuánto me has padecido
Aves se levantan de tu frente
Tus manos se arrugan como flores
Mamá, cuánto me has padecido
Aunque sea tu hijo no merezco tanto amor
Tus ojos son dos cansadas esmeraldas
Tus senos, de los que yo he lactado,
son los senos de una madre
Tus cantos, Mamá, tu risa argentina,
reverberaron en un peristilo
las cítaras se quemaron mientras
hacían música tañidas por manos
de viento invisible
Alguna vez, Mamá, dejamos de querernos
Fue cuando yo era un adolescente
Papá y tú estaban separados, Papá
estaba en los Estados Unidos
Tú y yo no nos hablábamos Mamá
Yo creía que tú tenías la culpa de
la separación
Por tus cantos, Mamá,
por tu risa argentina, olvidábamos
las penas
Y es que la Tristeza nunca nos une
A veces te veo muerta,
con un lirio en la frente,
con una rosa blanca
entre las manos
Y a veces te veo rediviva
Viva de nuevo
Tan joven como cuando gozabas
los Veranos
Tu vida consiste en sufrirme , Mamá
Déjame padecerme solo
Y halla la Beatitud que te mereces

El cuarto amarillo

Yo vivía en un cuarto amarillo. Fue el primer lugar en el que viví solo. A pesar de ser muy tímido, conocí a chicas que me llevé a la cama. Parece que el hombre que vive solo le resulta bastante atractivo a las mujeres. Me dedicaba a escribir. Escribía todo el día. Fumaba marihuana. Me masturbaba. Seguía la voluntad de los dioses. Y buscaba el sentido de la vida, y no lo encontraba. Eso me asustaba mucho. Oh mi cuarto amarillo. Mi retiro, mi morada… Mi habitación parecía la habitación de un loco. Desordenada y caótica. El color de mi cuarto revelaba un mal de alma. Era un amarillo enfermizo. Era un amarillo desvaído. Yo esperaba que el color de mi alma no fuese así.

Haikus

Despierto
Una multitud de golondrinas
Hace el Verano

El hombre ama
Y odia a Dios, ama
Y se odia a sí mismo

Ya estoy ante la puerta
¿Qué haré? ¿Entraré y me aniquilaré?
¿O daré media vuelta y volveré sobre mis pasos?

Hurto el alma

Hurto el alma,
bajo la Luna y bajo el Sol
Ignorando casi todo
lo que vivo
Hurto el alma
y sólo te busco a ti
Mi alma vive en tu alma
Llevas por fuera el alma
Qué sencilla es tu Felicidad
Como un arroyo
desembocando en un río
Compañera de Hado,
tú me viste de rodillas
suplicar al Destino
que no sea tan cruel
Sólo tú me viste así
Tu beso era como el agua
que llega muy despacio
a la orilla
Y yo era un muerto
que intentaba salvarse
sacralizando una piedra
Porque casi nunca te tenía
Casi nunca vivía el instante del Todo
El amor es una salvajada

Loco de Tristeza

Loco de Tristeza
Confundiendo los cantos
bajo los cuales cargamos
el infaltable fardo,
lo que espiritualmente nos pesa
Tratando de comprender la vida,
de arreglar tanto desastre
La vida está para vivirla,
no para comprenderla,
dijo Unamuno
Aunque no comprendo, vivo
Lánguida rama en la que el cuervo
se posa al atardecer
Tristes sauces cogitabundos
La vida a veces es meditación
Loco de Tristeza
veo cómo los niños juegan
en el parque
y considero
el carácter huidizo
de la Beatitud
El Sol robusto anega
el día de luz
Sueño un sendero de cipos
Sueño una vida inteligible
y vividera
Sueño una suave Tristeza
Y veo cómo un bote
se mece en medio del Mar
Y evoco inacabables viajes marinos
Loco de Tristeza
veo una orgía de mariposas

Haikus

Aire tibio y quieto
Sueño en vigilia
Sueño de una Noche de Verano

Alma solar del día
Sillares dorados
Ciudad de oro

Las golondrinas
Despiden la tarde
Con sus chillidos repetidos

El alma del Invierno

Desde niños, los limeños tienen que luchar con el alma del Invierno. Al despertar, sienten el ánimo abatido. Tienen que ir al colegio. Y hace mucho frío. El Cielo está gris y blanco. Hay neblina. No hay forma de animarse. Cuando yo era niño, me sentía inmensamente triste en las mañanas de Invierno. ¿Cómo estudiar así? ¿Cómo sobrellevar las depresivas mañanas de Invierno? Uno se deprimía, es cierto. Iba al colegio a duras penas, e incubaba la depresión sin que nadie se diera cuenta. Los limeños son esencialmente depresivos. Cuando fui adolescente, me volví más depresivo. Casi no resistía las mañanas. Iba deprimido a estudiar. La grisura y el frío de Lima son serios problemas. Quizá sería mejor que los estudiantes no estudiaran tan temprano. Quizá sería mejor que los estudiantes estudiaran menos. Porque si no, la depresión acabará con ellos. Yo padezco depresión, y estoy seguro que ella empezó cuando yo comencé a ir a estudiar. Ahora no vivo en Lima. Pero si viviera en ella, me pasaría las tardes tumbado en la cama, sin saber qué hacer. Así de fuerte es el alma del Invierno en Lima.

El ángel

Creí que eras un ángel
Creí que me salvarías
Tu corazón estaba en mi corazón
Tu espíritu estaba en mi espíritu
Eras mi fuente de agua pura
Tu vida estaba en mi vida
Yo vivía por ti
Creí que eras un ángel
Pero sólo eras un ser humano más
Querías ser un ángel
Pero el Mundo te lo impedía
Creí que eras un ángel
Pero ya habías perdido la pureza
Ya conocías la tiniebla
Y errabas extraviada
anhelando el Cielo
Tu Cielo era un Cielo falso
Y tu Noche nunca se encendía
Vivías tu Noche oscura, como
todos los demás
Te confundí con un ángel
De tu frente volaban rosas blancas
Tus ojos eran cándidos y oscuros
En tus manos llevabas guirnaldas de lirios
Tus besos sabían a fruta salada
Pero me engañé
Pero me engañaste
Creías ser un ángel
Y sólo eras una adolescente confundida

Causa de la Angustia

Mi existencia es contingente
En eso radica mi Angustia
Puedo ser como puedo no ser
La existencia es como un sueño
Sí, es todo como un sueño
El Cielo se refleja en mi esencia
quemada
Entro al Mar y el agua viva
mece mi cuerpo
Y yo no sé si soy
Me gustaría sentir la plenitud
de ser, pero sólo siento
la plenitud de la duda
Y pensar que aun pensando
puedo no ser
Pienso, luego no soy
Como en una tragedia
quiero ser, ser de veras,
y tener un Destino
No quiero que todo esto
sea una quimera,
un fuego falso
Mi existencia es contingente
Y tiemblo de Angustia
Es inevitable
No puedo saber si
soy o no soy
No podré saber
si después de muerto
habré sido
No podré saber…
Conozco la causa de mi Angustia
Conozco el tormento de ser contingente
Mi existencia no está en mis manos
Qué impotencia
Qué quemadura
Mi esencia está quemada
por tanto querer ser
Y la existencia es una moneda
echada a la suerte
¿Será o no será?

Incertidumbre post mortem

Alguna vez moriré
y conoceré la Nada
La tierra negra me cegará,
mi polvo volverá al polvo
Y seré nada en la Nada
Las flores seguirán creciendo
y marchitándose,
continuarán refloreciendo,
viviendo su eterno retorno,
y yo permaneceré sumido
en un sueño sin sueños,
en una noche oscura
y perpetua
Alguna vez moriré
y perderé la conciencia
Esa será mi muerte absoluta
Pero si no pierdo la conciencia,
si sigo percibiéndome,
sólo estaré muerto a medias
Y me dedicaré a meditar el Universo
Seré una conciencia perdida
en el espacio,
habré perdido la noción
del Tiempo
Aún seré
Pero en realidad
no puedo saber nada
y permanezco en la incertidumbre
Después de muerto
¿seré o no seré?
Si sigo siendo,
mi Soledad será eterna,
al igual que mi conciencia
Oh si pudiera ser inmortal
como los dioses
Duro y amargo
es el destino del hombre,
además de incierto
Alguna vez moriré
Y no sé qué pasará

Haikus

El Cielo azul,
El Sol robusto, el sano verdor
Verano

El día nace
Del canto del mirlo
Harmonioso

Moscas en el pretil pegajoso
Del parque
Tedio zumbón

Un Remordimiento

No existo por mi culpa. Y pensar que a veces siento el Remordimiento de existir. No tengo la culpa de ser. Aunque a veces creo que sí. Es absurdo. Pero yo vivo de lo absurdo. Por las colinas corre un corazón libre. Pero cojo y quemado

Nocturno

Atrios con antorchas bendecidas por el viento
Terrazas frente al Mar, para decir adiós
Noche nostálgica, oscura
Almas hacen su Noche,
su Noche más clara que la Alborada
Almas envueltas en luz nocturna,
iluminadas por soles negros
Almas de piel oscura ganan
su paraíso de caricias
Y el amor vela al pie del Mar

La vida ausente

¿La verdad o la vida?
¿La vida es la verdad?
¿La verdad es la vida?
Yo creía vivir la vida verdadera,
pero no la encuentro,
no está por ninguna parte
Sólo en los atardeceres,
cuando el Sol se pone
y todo parece sosegarse,
la vida verdadera parece
estar presente
Esta vida no es la vida
La vida todavía no es la vida
Será una flor inédita
que un Ángel nos entregue
Y la vida será la verdad
Y la verdad será la vida

Haikus

Es una Noche tibia
Lentamente,
La Luna amarilla emerge

Al amanecer,
Las golondrinas
Le cantan al Verano

Los pies desnudos
En la arena caliente
El agua de Mar que los refresca

Verano y vida

El Verano es más fuerte que tú. Pare modorras aplastantes, y aplana el ánimo. Más fuerte que tú, el Verano alza las jorobas y arde, arde sin clemencia. Y tú sólo puedes resistirlo, es lo único que puedes hacer. Tienes Insomnio, te mueres de calor en las Noches. Despiertas al atardecer. Pierdes días, cansado de Verano. Pero el viento te consuela. Y tu vida, muy despacio, se va desmoronando.

Alguien que te amaba

me he quedado solo
sin tu seno de suave arbusto
con el recuerdo de tu aliento
con el roce de tu tacto
con todo lo que me hacía un ser vivo
ahora me siento muerto,
como después de una batalla perdida
con los dioses
me he quedado solo
porque tú me creaste
tú creaste a aquel que te amaba
y que por ti era algo:
alguien que te amaba
sin embargo, aún soy algo:
alguien que te extraña
solo, solo,
me he quedado solo,
ya no tengo tus senos para
reclinar mi cabeza en ellos,
ni el jazmín de tu resuello
eras mi edén,
y ahora te he perdido
es como si ya no existieras…
he de reinventarte
he de ver tus ojos otra vez
y te besaré para estar nuevamente vivo
te besaré, luego existiré

Saber quién soy

Música de tigres que se queman
Perfume denso y ligero de la Realidad
Pájaros que auguran un Alba redentora
Mar insomne que te revuelves violentamente
La vida podría ser una harmonía de cítaras
Y mi mente podría calmarse
Mi mente que fluye como un río agitado
Sin descanso
Sin pausa de ruiseñores
Podría saber algo más de mi vida,
de mi existencia y de mi yo,
pensando con la calma de un iluminado,
con el Sosiego que tanto anhelo
Ahora yo no sé quién soy
Las intuiciones se me han perdido en el desierto
Todo es un yermo por el que se camina buscando
el sentido de la vida
Y no se encuentra nada
Yo no sé casi nada de mí
Me resulto desconocido
Pero no dejo de interrogarme
para conocer mi verdad
A punto de conocer la Nada,
doy vueltas sin rumbo
El Infinito crepita y me quema los pies
Viento, viento,
eres un abismo invisible que corre,
eres peregrino como el hombre
Viento, viento,
huyes de algo con tu herida transparente,
con tu aullido blanco
Viento, viento,
nunca te detienes,
tu esencia es móvil
A veces pienso que me parezco al viento
Sólo quiero conocer mi esencia,
saber un poco quién soy

Haikus

Un regalo de los dioses:
Dormir de Noche
En la playa

La brisa deshace guirnaldas,
Esparce perfumes,
Destruye la quietud

Verano, ojalá
Y fueras perpetuo,
Ojalá siempre nos dieras alegría

Yeso y Éter

He rascado con las uñas largas el yeso de las paredes, sintiéndome totalmente solo en el Mundo. Me he perdido en el bosquecillo rojo, y no se me ha ocurrido nada mejor que sentarme en una piedra al borde del lago. La niebla violeta flota sobre el agua. Al anochecer, siento miedo y miro al Cielo. El Padre Éter me sustentará, vivo y muerto.

Andrea

Tenía veintitantos y no trabajaba
Mi madre me pagaba el cuarto en el que vivía
Yo me dedicaba a escribir poemas que nunca publicaría
Un día, mi madre me dijo que me pusiera a buscar trabajo,
que no pensaba seguirme manteniendo
Busqué anuncios de trabajo en el periódico
Encontré algo de relaciones públicas
Me pareció interesante
Asistí a la entrevista de trabajo
Me fue bien
Me eligieron junto con otros chicos y otras chicas
Nos dijeron que nos capacitarían durante dos semanas
y que después nos tomarían un examen
Durante la capacitación conocí a Andrea
Tenía diecisiete o dieciocho años, no me acuerdo,
y su familia pasaba por un mal momento económico-
su padre, que era abogado, había perdido el trabajo-
Ella era bajita y bonita, sus ojos verdes me encantaban
Era muy inteligente, leía a Platón y a Aristóteles
Yo comencé a acompañarla a su casa, que estaba cerca del trabajo-
en san Borja, cerca a san Luis-
Cuando hablábamos del trabajo conveníamos en que era una basura
Nos querían convertir en meros vendedores, haciéndonos
creer que éramos relacionistas públicos
Andrea dejó de ir a la capacitación cuando faltaban tres días para el examen
Yo la felicité. Le dije que era consecuente y que la admiraba por eso.
Llegó el día del examen. Lo di bastante bien. Fui a visitar a Andrea.
Ese día la besé y le dije que la amaba. Ella quedó desconcertada.
Nos hicimos novios. Al mismo tiempo, comencé a trabajar
Era una empresa de ventas. Yo tenía que vender cursos de lectura veloz.
Me hacían ir a todo tipo de sitios, incluso a los hospitales.
No duré mucho. Después de la primera semana dejé de ir y conseguí
un trabajo con un amigo, en el centro de Lima. Trabajaba en el sótano de un edificio,
y clasificaba estampillas. A Andrea le gustó mi cambio de trabajo.
Ella y yo salíamos con regularidad. Caminábamos mucho.
Ella me amaba, y yo la amaba a ella, pero con temor.
Yo me sabía veleidoso y temía dejarla de amar algún día.
Ese día llegó. Simplemente desperté y ya no la amaba.
Dejé de verla, dejé de contestar sus llamadas…
A mí me dolió más que a ella, estoy seguro…
Por qué tenía que ser así… Yo no quería ser así…
La Tristeza de Andrea sería mi karma. Estaba seguro.

Héroe de tragedia griega

Como un héroe de tragedia griega,
voy viviendo mi Destino
Considero inevitable todo lo que me pasa,
y lo acepto,
ciegamente vivo.
Mi vida se va revelando poco a poco,
a cada paso descalzo del Hado
El Destino me revelará quién soy
Ahora aún no lo sé
Porque existo y vivo a ciegas
Como un héroe de tragedia griega,
ignoro mi Destino
No sé qué será de mí
Sólo sé que estoy ciego
Y que no sé qué acaecerá conmigo
La vida es un pensamiento incompleto
He acudido al Oráculo,
y la Sibila ha entrado en trance
y me ha dicho palabras oscuras
Más de la mitad de la vida es ignorancia
¿Por qué he de ignorar mi propia vida?
Si es mía, si es mi existencia
Debería saberlo todo sobre ella
Pero es voluntad de los dioses
que yo la ignore
y que viva en ascuas,
sin saber
Como un héroe de tragedia griega,
puedo estar destinado a matar a un inocente,
a morir joven entre los árboles,
a espirar contemplando el Crepúsculo
Cada día es un acto trágico,
cada día quisiera realizar
un sacrificio para ser propicio
a los dioses,
para estar en paz con ellos
y no temer mi Destino
Como un héroe de tragedia griega,
vivo cada día como si fuera
el más corriente de los días
Sin saber nada de mi porvenir
Sin saber nada de mi Destino

De cucarachas y absolutos

Viviendo entre cucarachas,
buscando la tímida trascendencia de la vida,
cada vez amando menos,
cada vez más extraño al amor
Cargo una cruz descantillada,
parecida a mi existencia
Las cucarachas suben por mis pantorrillas,
como pequeños absolutos
El vacío refulgente se traga a los que no tienen Esperanza
Los carrillones tañen deshilvanando la Noche
Y un largo camino recuerda los afectos
Los girasoles dormitan con la cabeza inclinada
Los tilos esparcen su dulcísimo resuello
El Mundo es el Gran Teatro donde diariamente se improvisa
Porque nadie tiene un parlamento
Nadie sabe lo que tiene que decir
Vivimos una Comedia improvisada
La Aurora de rosáceos dedos aparece
y los dioses deciden quién ha de morir
Apegado a la vida,
no sé cómo haré
para separarme de ella
Aunque la Muerte es algo
que ya no sentimos,
algo de lo que ya
no nos enteramos
Tan fiel como el aullido del lobo a la Luna
es mi Angustia diaria,
mi desesperación ingénita
Entre las cucarachas marrones
que viven conmigo
tiembla lo sublime,
y a cargo de la vida quedan
las Gracias y las Parcas
De tanto vivir solo
me he hecho amigo
de Soledad la Buena
Antes que cualquier compañía
prefiero la sola presencia de la ausencia
y el Absoluto se romperá como se rompe un papel

Reivindicación de Lía

Se me ocurrió escribirte un poema al que titulé “Lía”
Lo siento, perdóname
No debí haberlo escrito
Sólo hablaba de tus malandanzas
Aunque ya no te quiero en absoluto,
Te agradezco tu amor
Tú me enseñaste a convivir.
En mi cuarto poblado de cucarachas
pasábamos el tiempo, conversando y haciendo el amor.
A mí no me gustaba mucho hacer el amor
Sin embargo, a ti te encantaba
Combatíamos buenos combates de amor,
hasta quedar ahítos
Tú me rodeabas como la vid al olmo
Yo era tu árbol de vida
Fuiste la única mujer con la que contemplé
el Crepúsculo
Desde un acantilado mirábamos el Mar
y el Sol poniente
Cuando nos separamos me extrañaste
y me fuiste fiel
En el poema que te escribí me atreví
a llamarte puta
Perdóname
Lo siento
Eras un ser humano entre tanto falso ángel
Y no tuviste la culpa de lo que te pasó
Ya nunca más te querré
Pero siempre agradeceré tu amor
Te pido perdón
Tu Tristeza acarició mi corazón
Y tu alegría me llenó de una vida nueva
Fuiste mi compañera
Fuiste mi hermana de existencia
Yo fui el monstruo, el pervertido
que estaba con una menor de edad
La gente hablaba y hablaba
Pero yo no te abandoné
En algún momento te quise
Y pasé días y Noches contigo,
andando juntos
Pero mi senda es demasiado estrecha
Y en ella ya no hay espacio para ti

Haikus

Noches tibias
De Verano Propicias
Para soñar despierto

Camino agitado
En la madrugada
Sólo me calma el perfume de los tilos

Mosca zumbona
Da vueltas y vueltas
Y me importuna mientras medito

Aniquilación

Como heridas de bala, las aflicciones de quien espera ser el centro del Universo y no se halla sino esquinado, apartado en algún ángulo ignoto del Universo. ¿Cómo hemos llegado al año dos mil diez, si todo predecía la aniquilación fraterna? Es la Esperanza, ese buitre inesperado. El corazón de la Humanidad se ha salvado. Pero alguna vez perecerá. Lancinante dolor el del que se descubre condenado a muerte. Todos estamos condenados a muerte. Sólo que no sabemos ni el año, ni el día ni la hora de nuestra ejecución. Estoy vacío. No sé qué hacer. No sé si arrojarme a mi abismo o planear sobre él. Es preciso salvarse. ¿Pero salvarse de qué?
De mi esclavitud, de mi tiempo, del amor y de la Esperanza. De repente, me lleno, me desbordo. Mi esencia se derrama. Es una terrible desmesura. Debo dispararme en la cabeza: es preciso.

Lía

Tenía dieciséis años y yo tenía veintiocho
No importa cómo nos conocimos-
es algo que quiero olvidar-,lo que importa
es que me enamoré de ella casi sin darme cuenta
Vi en ella a una fuente de la eterna juventud
Su adolescencia me daba vida,
me hacía recuperar el tiempo perdido
La gente que nos veía me consideraba un pervertido, un monstruo
Estaba con una chica mucho menor que yo
Pero esta chica, a los dieciséis años,
ya había abortado dos veces,
había sido promiscua, había
estado con un tipo mayor que ella,
al que terminó mandando a la cárcel
Su vida no era una vida de ángel,
a pesar de que ella era adventista e iba
a la iglesia todos los Sábados
Se creía un ángel, la muy puta
En la primera cita que tuvimos nos acostamos
Recuerdo su desnudez, que ahora me resulta desagradable
Nos hicimos novios
Al principio no la quería
Ella estaba loca por mí
Terminé queriéndola
Poco antes de cumplir un año de noviazgo,
viajé a España a estudiar
No fui fiel,
pero después de mis infidelidades
me atarazaba el Remordimiento
Al cabo de un año y medio volví al Perú
Ella se mostró posesiva
Quería estar conmigo todo el tiempo
Debí haberla dejado
Volví a España
Al cabo de tres meses regresé a Perú
Padecía depresión y una crisis existencial
Ella me acompañó a todos lados
Sin embargo, yo no quería su compañía
Necesitaba estar solo
Pero ella no entendía
Pasé tres meses en Perú, harto de ella
Luego volví a España
Al poco tiempo, nuestra relación se terminó

Castilla

Paisaje de un alma ascética, infinitas parameras
bajo el Sol del tórrido Verano; mística tierra
donde es forzoso que el hombre busque unirse con Dios;
faz desolada, campos amarillos, aturriados,
mirajes de mediodía, estepas por donde sólo yerra
la Soledad; pardos encinares, fresca sombra de follajes;
ríos que trascurren lentos como pacientes reflexiones;
pueblos tristes, desesperanzados; besanas, sementeras,
murmullo doliente de la tierra, vastas soledumbres…
Castillos, boscajes, polvoriento resuello de los caminos…
El Destino me arrojó a Castilla, a la que desde niño
había querido conocer. El paisaje era un paisaje melancólico
del alma; el alma de Castilla era de tierra… Yo estaba acostumbrado
a otros paisajes. Venía de Lima, de la Costa peruana,
y nunca había visto una tierra tan acre.
Sin embargo, Castilla me hechizó. La recorrí a pie…
Anduve por sus agrias soledades, y hallé en ella mi compañía.
Su Cielo inmenso, puro y azul lo rodeaba todo,
el Cielo que la redimía…
El Cielo salva a Castilla
Al mirarlo, uno olvida los campos áridos
y se eleva, y
se escapa un rato de la tierra castellana
Tierra de guerreros, ascetas y místicos…
Tierra de Sol robusto en Verano,
de Cielo blanco y gris en Invierno
Anduve por los campos sequerosos,
soliloquiando,
meditando en la ausencia de Dios
Porque Castilla, la pobre Castilla,
parece abandonada por Dios
Alguna vez vivió bajo su amparo,
y realizó hazañas inauditas
Castilla conquistadora,
Castilla que, creyente,
se arrojó al Mar.
Ahora, ruinosa,
sueña con sus tiempos de gloria
y vive su sueño de miseria

Liberación

“digiere la hostia y te libras de ella”
-Stirner-

Dios siempre ha sido mi tormento
Desde hace mucho, he querido librarme de él
Mi religión me tiene esclavizado
Pero he de librarme
Aún doy vueltas por los bosques donde cada árbol tiene un ojo
Aún me pregunto quién da la existencia como si fuera una adelfa
¿Qué tacto original, primigenio,
me hizo ser?
¿Qué voluntad mayúscula me creó?
Voy cargado de cadenas divinas
Dios me tiene atrapado
Sin embargo, he de librarme
Rezaré, cargaré mi cruz,
me negaré a mí mismo…
Padeceré con Cristo,
me crucificaré con él,
seré uno con él,
seré uno con Dios,
para librarme de él
Y, libre, erraré
por los desiertos
Sólo oiré al viento
en su marcha incierta
Mi religión será
un aguijón extirpado
Libre de Dios,
no sentiré Nostalgia
Él dejará de ser mi tormento
Y, cuando sea el momento,
me dejaré llevar por el Alba
Habré vivido según mi deseo
Habré vivido según el día señalado
Libre
Pero antes de ser un hombre indómito,
iré a misa, oiré al sacerdote,
comulgaré
seré un buen seguidor de Dios,
para librarme de él

Sobre el instante

El instante es un breve momento de Eternidad,
una flor súbita,
un lampo interior
Presente en abundancia
es el instante
Un hombre inerme es arrastrado por las aguas del río
Bajo las nubes que parecen rosas y lirios
el Tedio me abate
Cómo luchar contra Cronos
Cómo vencer al Tiempo un instante
Desmembrado, voy reuniendo mis fragmentos
¿Con un beso se vence al Tiempo?
Larga corriente, infinita, que pasa
Y el hombre que pasa también,
ser esencialmente temporal
Me cansa, a veces,
mi vida errante
Tengo treintaidós años y aún no soy nada
He estudiado dos carreras y no he terminado ninguna
He tenido suerte
Pero no soy nada
Es una de las cosas que se pueden ser: nada
Mi vida consiste en luchar para ser
Duermo al borde de un precipicio,
velo al borde de la Nada
En alguna ocasión creí
que se me había muerto el alma
Pero no fue así,
mi alma sólo padecía un terrible estupor
del cual se pudo recuperar
contemplando Crepúsculos
y escuchando arroyos
¡El Tiempo le gana a la vida!
¡No! ¡No! ¡No puede ser!
La vida es una vaga dolencia,
es la reflexión de un demente
El hombre sólo puede ser salvado
por el instante
Por ese breve momento de Eternidad
que se acaba
y que dura para siempre
Aunque los instantes se nos escapen
y vaguemos por el yermo del Tedio

La inexistencia del Creador

A los hombres de esta época
de niños les enseñaron Religión
Les dijeron que Dios existía,
que él era el amor
Y ellos creyeron y vivieron
tranquilos, sosegados,
plenos de fe
Sin embargo, cuando
se hicieron jóvenes,
se dieron cuenta que Dios no existía
Quedaron decepcionados
y se enojaban mucho
cuando insistían en hacerles creer
que Dios existía
Llevaron a cabo su rebelión
Estaban traumatizados,
angustiados, desesperados,
sin fe, Esperanza ni amor
Todos sus actos tenían
como móvil la inexistencia
de Dios
Ahora, viven una vida
sin Creador
Decepcionados
Decepcionados
Buscando un sucedáneo de Dios
El Destino o el Azar
¡Qué bello era vivir cuando el Creador existía!
Cuando, protegidos por un Padre amado,
explorábamos la vida
¡Y qué amargo se volvió el vivir
cuando descubrimos que el Dios amor
no existía!
El canto del mirlo se volvió más solitario
El Cielo enmudeció aún más
Las flores parecían abandonadas
Pero no había nada que hacer
Nos habían engañado, sin saberlo
Y nosotros quedamos
decepcionados
decepcionados
Aceptando a duras penas la no existencia
de aquel que existió
Porque a veces lo extrañamos,
absurdamente
Nos acostumbramos a él,
a su abrigo y protección,
a su oído que recibía los rezos
¡Cuánto te extraño, Dios que no existes!
Soy un individuo decepcionado
que camina bajo la Nada del Cielo