lunes, 5 de julio de 2010

Lía

Tenía dieciséis años y yo tenía veintiocho
No importa cómo nos conocimos-
es algo que quiero olvidar-,lo que importa
es que me enamoré de ella casi sin darme cuenta
Vi en ella a una fuente de la eterna juventud
Su adolescencia me daba vida,
me hacía recuperar el tiempo perdido
La gente que nos veía me consideraba un pervertido, un monstruo
Estaba con una chica mucho menor que yo
Pero esta chica, a los dieciséis años,
ya había abortado dos veces,
había sido promiscua, había
estado con un tipo mayor que ella,
al que terminó mandando a la cárcel
Su vida no era una vida de ángel,
a pesar de que ella era adventista e iba
a la iglesia todos los Sábados
Se creía un ángel, la muy puta
En la primera cita que tuvimos nos acostamos
Recuerdo su desnudez, que ahora me resulta desagradable
Nos hicimos novios
Al principio no la quería
Ella estaba loca por mí
Terminé queriéndola
Poco antes de cumplir un año de noviazgo,
viajé a España a estudiar
No fui fiel,
pero después de mis infidelidades
me atarazaba el Remordimiento
Al cabo de un año y medio volví al Perú
Ella se mostró posesiva
Quería estar conmigo todo el tiempo
Debí haberla dejado
Volví a España
Al cabo de tres meses regresé a Perú
Padecía depresión y una crisis existencial
Ella me acompañó a todos lados
Sin embargo, yo no quería su compañía
Necesitaba estar solo
Pero ella no entendía
Pasé tres meses en Perú, harto de ella
Luego volví a España
Al poco tiempo, nuestra relación se terminó

No hay comentarios:

Publicar un comentario