jueves, 1 de julio de 2010

La inexistencia del Creador

A los hombres de esta época
de niños les enseñaron Religión
Les dijeron que Dios existía,
que él era el amor
Y ellos creyeron y vivieron
tranquilos, sosegados,
plenos de fe
Sin embargo, cuando
se hicieron jóvenes,
se dieron cuenta que Dios no existía
Quedaron decepcionados
y se enojaban mucho
cuando insistían en hacerles creer
que Dios existía
Llevaron a cabo su rebelión
Estaban traumatizados,
angustiados, desesperados,
sin fe, Esperanza ni amor
Todos sus actos tenían
como móvil la inexistencia
de Dios
Ahora, viven una vida
sin Creador
Decepcionados
Decepcionados
Buscando un sucedáneo de Dios
El Destino o el Azar
¡Qué bello era vivir cuando el Creador existía!
Cuando, protegidos por un Padre amado,
explorábamos la vida
¡Y qué amargo se volvió el vivir
cuando descubrimos que el Dios amor
no existía!
El canto del mirlo se volvió más solitario
El Cielo enmudeció aún más
Las flores parecían abandonadas
Pero no había nada que hacer
Nos habían engañado, sin saberlo
Y nosotros quedamos
decepcionados
decepcionados
Aceptando a duras penas la no existencia
de aquel que existió
Porque a veces lo extrañamos,
absurdamente
Nos acostumbramos a él,
a su abrigo y protección,
a su oído que recibía los rezos
¡Cuánto te extraño, Dios que no existes!
Soy un individuo decepcionado
que camina bajo la Nada del Cielo

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