domingo, 15 de noviembre de 2009

La Soledad del amor

Por las sendas me acompaña Soledad la Buena
Alguna vez me acompañaste tú
Tan efímera
Los cuervos pasean por la rosaleda
Existo y no pienso
Vida exaltada en las tumbas etruscas
Tus senos cretenses eran grandes y serenos
Te he perdido
Como se pierde la bendición de algún dios
Horizonte de aullidos
Cada vez más lejano
Me he perdido
Por buscarte por donde ya no me querías
Tu beso era una flor bañada de rocío
Tímido y delicado
Tiresias bebe la sangre que vertí en el hoyo
He descendido al Hades
Para agotar mi Esperanza
Salón de jaspe
Cuando tú andabas conmigo los dioses existían
La desesperación me conduce por galerías de mármol
Por jardines colgantes
Mordiéndome las manos para no gritar
En mi noche oscura espero el Alba
Tú eres el Alba
Amada Amada por qué me has abandonado
Tu aliento se mezclaba con el del Mar
Tus ojos contenían mi Angustia
Y mi tristeza
Las desvanecían
Y me mostrabas beato a quien te amaba
Me salvabas de mí
Un demonio sumerio aparece en mis sueños
Tus brazos se tendían como ríos
Tus muslos se bifurcaban como arroyos
Fuego violeta
De nada sirvieron las ofrendas
Las aras cubiertas de sangre inocente
Tus rezos ininteligibles para mí
Los ermitaños que guardan en sus pechos escuálidos
una fábula de amor
Testas de Gorgonas
Yo sé lo que es el amor
Una creación desesperada
El mejor invento para no quedarse solo
Me he liberado del amor
Aunque te ame
Soledad la Buena es mi única compañera
de Destino
Anda conmigo y no me deja solo nunca

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