miércoles, 10 de febrero de 2010

Ruidos y silencios

Para consuelo y sosiego
son las Venus que nacen
las vírgenes que brotan de todo instante impuro, cenagoso
los faroles que taciturnos velan caminatas insomnes
Para consuelo y sosiego
es la orilla del río negro, callado
la senda invernal de los chopos
el cántico de la Amada desconocida
Para consuelo y sosiego
es el silencio de la Luna
el vómito blanco del Sol
el cándido suicidio

¿Por qué me arrullo con la música de viento y frondas, con el silbo del mirlo,
con el crujido de los guijarros bajo mis pies...?
¿Por qué me adormezco con el ulular de lobos deicidas, con el llanto de quienes
ya no pueden vivir, con el relincho del caballo negro y poseso...?
¿Por qué desespero? ¿Por qué soy? ¿Por qué vivo? ¿Por qué muero?

Creía que mi vida consistía en buscar la verdad.
Ahora hasta yo me burlo de mí.
¿Qué es la verdad?
Lo desconocido que se quiere conocer.
O lo desconocido que no existe y nunca se conoce.
Yo quiero una verdad que sea una verdad para mí, escribió Kierkegaard.
Yo también quiero mi verdad,
y a veces creo que voy a morir-fracaso congénito- sin hallarla.

Soy un hijo que ya comprende la pena de sus padres
Ellos ya no pueden responder con cielos y paraísos
Con salvaciones apocalipsis y mesías
Sólo miran contristados al hijo que se va volviendo loco
Que vive consumido por la Angustia
Y se repite en ellos el dolor de haberlo engendrado
Soy un hijo que ya comprende la rabia de sus padres
Esos gritos contenidos y esas entrañas quemándose
Esas bocas selladas esa cobardía ante un probable creador
El hijo ya no quiere un juguete Quiere la verdad
Soy un hijo que ya comprende el amor caduco que hubo
entre sus padres
Enfermo de Melancolía miro el Cielo blanco y grisiento
Que me abate más
¿Qué me pasa?, me pregunto
¿Por qué esta depresión me tiene tan enfermo?
Es el Invierno, es el Cielo, es la vida, me respondo
Y voy pasando sin saber qué me pasa

Qué duro es tener un corazón callado
Mi corazón no me habla
La nieve cae delicadamente
Y las flores inclinan la cabeza
Qué duro es tener un corazón callado
Y poder escuchar lo que lo aflige

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