viernes, 12 de febrero de 2010

Tres muertes

Las cráteras rebosantes de vino fueron vaciándose
en los funerales de Timeo, hijo de Polidoro;
oh buen Timeo, te arrojaste de cabeza a los arrecifes,
violaste a las hijas de Antímaco, recibiste mensajes del Oráculo;
ahora yaces muerto y tus amigos te lloramos, pero al mismo tiempo
envidiamos tu suerte; beberás agua del Leteo, olvidarás, ya no te atormentarán
los recuerdos de tu malvivir. Mientras tanto, nosotros, viviremos acosados
por lo que hicimos y por lo que haremos, pobres de nosotros, pobre juventud
maculada, atea, loca; ahora mismo estarás navegando en la barca de Caronte,
deslumbrado por la tiniebla, devorado por las miradas de los otros muertos que pululan
en la orilla...

En Lima, un hombre ha muerto
Lo están velando resignadamente
Ha muerto y es como si no hubiera pasado nada
Todo sigue fluyendo
Una muerte es nada
Un muerto ya está muerto para el fluir de este río
Adónde irá, este muerto
Irá a la tumba, a pudrirse eternamente
Su Cielo o su Infierno son la tumba
Y su dios es el gusano

He muerto
Igual que los dioses
La vida es una muerte vital
Estoy muerto
Quise quitarme la vida, y fracasé
Sin embargo, me di cuenta que mantenerme vivo era una forma de quitarme
la vida,
y he aquí que muero día a día
La Muerte está viva, está callada, está bella
La vida es muerte, vivir es morir
Soñar es morir, y vivir es soñar
He muerto, oh dioses muertos
He muerto

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