martes, 21 de julio de 2009

Conato de vida

Con presura por la cauda de los días
Llegando apenas a los claustros de la Noche
Instalado en el vértigo, en la desesperación
A punto de olvidar que las causas callan siempre
Aceptando el trágico extravío
Añorando a las amadas que perdí
A los Veranos corruptos, a los cantos en las playas
A los atardeceres y a las danzas de la brisa
Tomando antidepresivos para poder vivir
Guardando caricias para cuando llegue el momento de la ternura
Enfermando un poco más cada mañana
Temiendo al Sol
Elevando plegarias a la Luna
Durmiendo para conocer un poco más la Muerte
Deseando andar por las calles polvorientas de Lima
Aún no sé por qué soy
Todavía ignoro para qué existo
Me tranquilizan las calles y plazas de Salamanca
Me sosiega el elíseo mugriento de mi cuarto
A veces me pregunto si necesito compañía
Y no me respondo
Guardo silencio al pie de las estrellas solitarias
Dentro de un rato tomaré una pastilla para dormir
Entraré a cavernas oníricas
Visitaré orillas de colores inéditos
Y no querré despertar
Pero inevitablemente abriré los ojos a una nueva vigilia
Para intentar vivir

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