jueves, 21 de octubre de 2010

El canto de la serpiente

Con la violencia de la vida
y el estrépito de las Horas,
plenamente encadenado,
mi albedrío fustigado,
desciendo a los infiernos
Algún tormento habrá para mí
En el Infierno o en el Purgatorio
Mis pies pisarán la yerba violeta,
mi Muerte se hará cada vez más viva,
y me enamoraré de la fealdad de mi retrato en el agua
Se me pondrá frente al Árbol de la Vida,
y cuando yo tienda la mano hacia su fruto, éste
se elevará y no podré cogerlo
Seré una especie de Tántalo
Y miríadas de cuervos se embarullarán en mi cabeza
Rebaños de corderos serán dotados de habla
y me señalarán como si yo fuera el lobo culpable
de su miedo
Seré bueno y malo, y jamás,
jamás,
podré estar más allá del Bien y del Mal
Un sapo entra por el ano de Venus
Una deidad orina y fecunda a una muchachita que regresa del colegio
Los árboles parlan con el viento, con el viento largo
como una cabellera
El Sol de intensa luz comienza a ponerse
como un dulce y lento desastre
Jaurías de lobos serán dotados de habla y me señalarán
como si yo fuera un cordero culpable de su ruina
Y yo seguiré viviendo como mejor se me ocurra

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