Monos,
monos colgándose de las ramas de mi sangre
y de los andrajos de mi cerebro
Monos,
monos chillando, saltando de árbol en árbol,
soltando alaridos en la Noche, bajo el Cielo desolado
Monos, a un alarido de lo humano,
a un Dios de distancia
Monos cagando, orinando, masturbándose
Monos, padres del hombre
Busca el hombre, con la pata tendida,
la mano divina que lo salve
Y se queda así, solo, silencioso, monísimo
Chimpancé absurdo en un rincón de la Creación
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