miércoles, 13 de octubre de 2010

Sobre la suciedad y el excremento

“La compasión del santo es la compasión por la suciedad
De lo humano, demasiado humano”
Nietzsche

Los santos, que aún existen, lloran ante los excrementos de los hombres. Algunos, para mostrar aun más su santidad, comen algunas heces. Me han propuesto sacarme toda la suciedad que hay dentro de mí. Todos tenemos un poco de mierda en la esencia, y me proponen sacarme esa mierda. No acepto. ¿Qué sería de mí sin mi suciedad? Perdería mi esencia. Me convertiría en algo que definitivamente no debo ser. El excremento del alma, es decir, su suciedad, es la que la hace humana, demasiado humana. Protejamos, pues, el altar del excremento.

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