domingo, 23 de mayo de 2010

Cabezadas

Estoy vivo a medias,
muerto a medias,
la inexistencia tienta a mi alma,
los gorriones dan saltitos en la acera
Mi cabeza ya no florece más, está gastada y no puede dar mucho
más de sí
Mi corazón inquieto busca dónde reposar, inútilmente
Las garras del amor me hieren
Las golondrinas trisan y ya casi hacen el Verano
Tu pureza, niño viejo, está perdida
Tu impureza, viejo niño, ebrio Sileno,
está en ciernes
Calla el Titán y resiste su tormento
Oh Prometeo, estás maldito
Y por ti están malditos todos los hombres
La cruz redime, pero qué es la cruz
para que salve a tantos millones
Qué es la cruz y qué hicieron con ella
Yo no quiero la cruz
Yo quiero la estatuilla del demonio sumerio
Sí, yo quiero el demonio sumerio,
ese que aparece en los desiertos,
feo, inocente y malvado
Sigo luchando todos los días con la Divinidad
Me derrota a diario,
pero yo no la dejaré en paz, nunca
Cuando amanezco solo soy feliz,
no cuando amanezco con pegajosas rameras
El ser es
El no ser también es
Alguna vez seré un no ser,
libre de mí al fin
De momento sólo hay que aguantar
Doy un paseo por la floresta y adoro las piedras y los árboles
Porque ya no sé qué es la cruz,
pero sí sé qué es un árbol,
qué es una piedra, que pueden
salvar al hombre
diciéndole mudamente que existe

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