¿Dónde están, Dios mío,
Tus espinas de luz,
Tu piedra que lava eternamente los miembros mortales?
Pero es cosa de locos
Ir a contemplar el Crepúsculo todos los días
Y siempre terminar discutiendo con uno mismo
El viento barre el polvo
Las flores se agitan
Sueño sin rumbo en Primavera
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