miércoles, 12 de mayo de 2010

Por una Quimera

Pensaba que era posible conseguir la Beatitud,
alcanzar la iluminación y ver el Mundo más allá
de su apariencia, como realmente era
Sólo era preciso olvidarse de todo, convertirse
en una suerte de místico, buscar las teofanías
como si se tuviera toda la Eternidad por delante
Y he aquí que me he equivocado
He perdido mi vida por una Quimera
He perdido mi vida mintiéndome sin saberlo,
no tengo nada excepto mi sangre para derramarla
en las aras de la Noche,
no tengo nada excepto mi delirio verídico,
mi arrebato que cuelga de las ramas de un abeto,
y mi temblor de miedo errando por la ribera
Derribaré la estatua de la Beatitud a golpes de hacha,
me postraré ante todas las zarzas que encuentre y les rogaré
que ardan, veré el Gran Teatro del Mundo en algún entreacto
Estoy desesperado, me colgaré, como Judas, de algún árbol,
o, como Nerval, de algún farol
Lentamente el Mundo se hubiera despojado de sus ropajes
falaces, pero he aquí que nada de eso ha sucedido,
y que todo sigue igual
He quedado como un pobre loco que nunca supo lo que hacía
He caído por efecto de mis compulsiones
Todos seguirán viviendo su vida buena, todos, menos yo
Todos seguirán viviendo tranquilos por no haber perseguido una Quimera
He perdido mi vida,
asumo mi yerro y estoy débil
Soy el primer viviente sin vida,
y es que lo que me ha pasado tiene efectos peores que la muerte
Una muerte en vida, una muerte vital,
una pesadilla llena de capiteles románicos,
eso es lo que me ha quedado
De mi cuello brota una serpiente bermeja,
y se queda colgando, mientras pájaros azules pasan volando
a pocos centímetros de mi cabeza,
y un corzo gris que iba corriendo de repente cae muerto
La sabiduría es una virtud en extinción
La sabiduría va acompañada de cierta anomalía
En fin, perdí mi vida,
la perdí por una Quimera

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