domingo, 23 de mayo de 2010

Pájaros e Insomnio

Volverse loco de tanto escuchar a los pájaros de la mañana,
después de Noches y Noches de Insomnio
Mirar los ojos de un perro triste a la luz del Alba,
ojos casi humanos vistos a través del cordaje de las cítaras
Salvarse de la megalomanía de la razón,
de los delirios de la fe,
habitar una choza al pie de un viejo castaño,
contemplar la Luna reflejada en la bahía mientras
las sirenas confunden sus voces con los gritos de la borrasca
Mirar al Sol a la cara y sentir su aliento ardiente en la sangre,
y ver cómo reverbera en las ondas marinas
Comprender, bajo las frondas de la arboleda,
que la existencia es infinita;
ignorar, sentado en el espigón, qué puedo conocer
en lo más recóndito de estos lares
Admirar el Cielo nocturno y reconocer a la estrella que me protege
Beber el vino sangriento que repone la fuerza tan a menudo perdida
en esta lucha de pobres hombres
Dar la cara a la zarpa de la desgracia,
ya que ninguna es más grande que haber nacido
entre los seres que me adoran y que dañaré inevitablemente, sin querer
El amor consiste en herir y ser herido
El amor es un demonio inmisericorde y taimado
Cómo, sin darse cuenta, uno se va quedando solo,
fermentando sus ganas de permanecer
Pero nada ni nadie permanece
Los tigres durmientes del Crepúsculo
apenas mueven un poco la cabeza, acomodándose
Y el lobo flaco y solitario responde una herida
que ya tiene años abierta, la responde
con un silencio sufriente y con la huida furtiva de los cazadores
que no dejan ni dejarán de perseguirlo
Tal vez todos muramos sin haber entendido nada,
quizá esta Comedia nos resulte ininteligible,
y pensar en ella nos resulte vano
Cada uno tiene su Beatriz, yo tengo la mía,
que es neurótica y que pretende llevarme al Paraíso
Qué fracaso irremediable es el de llegar adonde siempre se quiso
en las peores condiciones, con el cerebro arruinado
y la Esperanza aún latente, tan absurda
La barca que las olas quieren tragar
es como el hombre que corre entre abismos ululantes,
y las águilas agoreras que trazan signos en el Cielo
dan la vida o la muerte sin saberlo
Las laderas pueden ser lugares de reposo
o de arrobamiento
En la cumbre de una montaña un hombre puede perderse
a sí mismo, con preguntas sobre el yo,
y con el afán de obtener una respuesta
Las flores se cubren de rocío, de plata
y de oro, y adornan los arriates de un jardín
que desciende hasta el Mar
El beso que le doy a una rosa es iluminado por la Aurora
Y después de Noches y Noches de Insomnio,
los pájaros de la mañana me vuelven loco

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