domingo, 9 de mayo de 2010

Nocturnal

En la Noche profunda que tanto gusta a los místicos, yo me la paso pensando desordenadamente, incapaz de elaborar un solo silogismo, aprehendiendo mis intuiciones. No niego que me gustaría ser un místico, pero estoy muy lejos de llegar a ese estado de unión con la divinidad. Además creo que no creo en Dios. La Noche es un abismo, un desierto, un caos silente. Mientras ella va pasando, yo trato de pensar algo digno, de rescatarme de mi vanidad, pero me resulta difícil hacerlo. Por ratos me quedo quieto y en silencio, absorto en no sé qué, y me siento un idiota. Isaac de Nínive, un místico sirio, le escribió un poema a la Noche. Juan de la Cruz escribió su noche oscura del alma. Novalis escribió sus Himnos a la noche.Y varios bohemios encontraron la vida plena en la Noche. Noche honda, Noche oscura, Noche mística, tú ocultas lo infinito, tú susurras un secreto al oído humano. El hombre apenas te resiste. Siempre acaba cayendo en tu seno. Soy noctívago desde que era un adolescente. Me gustaba quedarme leyendo y escribiendo hasta muy tarde. También me gustaba caminar por la calle en plena madrugada. Recuerdo mis caminatas por Lima, a las tres o a las cuatro de la mañana. Me consumía lentamente, pero era feliz con mi nocturno vivir. Padecí insomnio desde mi adolescencia. ¡Cuántas Noches he pasado en vela, padeciendo la ausencia del don del sueño, sufriendo taquicardias e insoportables dolores de cabeza! Noche silenciosa, en ti se van muriendo los dementes, los que buscan algo que desean encontrar con todas sus fuerzas. Porque los inocentes que habitan tu morada acaban convirtiéndose en dementes, en lunáticos en los que nadie confía. Dentro de la Noche hay una Alborada. En la Noche, salen los crueles, los asesinos, los lujuriosos, los locos, las putas…En la Noche, el Dr Jekyll se convierte en Mr Hyde. En la Noche, uno se puede convertir en el más grande místico o en el más grande criminal. Noche de aquelarres, de bacanales, de meditación… Noche de oración y de blasfemia…Insomnio, Sosiego, Locura… Diamante negro, castillo oscuro, terrible Nada, Noche… Bajo el umbrío Silencio del Cielo, ¿quién no teme y tiembla? Por las sendas solitarias y nocturnas, ¿quién no cree en los trasgos? La Noche puede ser aterradora o indeciblemente bella. Aquí en Salamanca la Noche tiene sus fantasmagorías. Y tiene también sus edificios de oro. De la Noche vienen los dioses, y a ella vuelven. Las parejas aguardan lo oscuro para entregarse sus desnudeces. La Noche es un Mar negro, de callado oleaje. El ruiseñor, ave noctámbula, canta los misterios de la nocturnidad. Y el borracho, el drogadicto, el vicioso, halla en lo profundo de la Noche su Beatitud. Nunca llegaré a ser un místico, pero confío en tener, alguna vez, alguna Noche, un pensamiento que me ayude a bienvivir.

1 comentario:

  1. Cada noche debe de ser diferente en cada rincón del globo terráqueo.No hay nada mejor como el silencio.Yo vivo cuando todos duermen y duermo cuando todos viven.

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