domingo, 30 de mayo de 2010

El mirlo

Mirlo, tu canto parece el canto de un corazón
solitario que busca la dicha
Tu silbo es redentor,
a mí me rescata de mi infierno personal
y me deja deleitado en el jardín
Sin saberlo, lleno de gracia,
asombras el oído
Tu canto le es grato
a los hombres y a los dioses
Yo te he escuchado mientras
padecía suplicios mentales,
y me has consolado
Te he oído en tardes de Otoño,
y he amado la belleza de tu voz.
Cuántas veces he dejado de hacer
todo lo que hacía por escucharte
Cantas con el corazón
Una tarde de Otoño
estaba en mi cuarto,
sentado ante mi escritorio,
sufriendo una depresión infernal
No sabía qué hacer
Sentía que mi alma se moría
Cuando de repente tú, mirlo,
silbaste desde el jardín
Tu silbo era verde, rizado
y gozoso
Me quedé escuchándote
Me olvidé
Me redimiste de la depresión
Mirlo, eres un corazón que canta

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