miércoles, 30 de junio de 2010

Canción de amor en Venecia

Tus murmullos se parecen a esos canales estrechos
y vacíos,
y tu alegría incomprensible es semejante
al tañido de los campanarios
Nuestro deseo es como el graznido de las gaviotas
Ese deseo de irse lejos, por el Mar
Lejos, adonde sea
Tu boca me besa mientras la brisa pasa
Tus ojos son dos piedras de berilo,
y tu piedad es más alta que los palacios
Eres buena y libre
Eres bella y maestra de amor
Los cantos de los gondoleros
no son mejores que tu canto
Y las aguas del Gran Canal
se agitan como tu corazón
Tus manos zurcen caricias,
tus manos me dan Sosiego,
tus manos rosadas como los cirros
Eres serena como el Crepúsculo
Junto a ti me he perdido
por las estrechas callejuelas,
y no he tenido miedo
Más bien he sido dichoso
al estar perdido a tu lado
No queríamos dejar de estar perdidos
Vivíamos nuestro sueño de Verano
Venecia, Venecia,
tú acunaste nuestro amor
Tú nos hiciste olvidar
todo lo que no se refería a nosotros
Y nos diste la dicha de estar juntos
Venecia, Venecia,
tú embelleciste a mi Amada
Hiciste que se pareciera a ti
Y tú, Amada,
cómo me tranquilizabas
cuando me venía el vértigo de estar solo en el Universo
Me dejabas echarme en tu regazo
y acariciabas mi cabeza atormentada
hasta que yo me adormecía
Cuánto te amo
Cuánto me gustó perderme por Venecia la Bella contigo
Y cuánto supe que lo único
que debía importarnos
era nuestra vida impar de dos
Y que todo lo demás era vanidad

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