jueves, 10 de junio de 2010

Hasta volverme un místico

Me retiré del Mundo por amor a ti
Me mudé a un cuarto viejo y lleno de cucarachas
en la cuadra cinco de la Avenida del Ejército
No tenía casi nada
Sólo mis libros, mis cuadernos para escribir,
y algunos artefactos para cocinar
No tenía cama
Dormía en un colchón rotoso
No quería ninguna distracción
Sólo quería dedicarte mi vida
Pensaba que una vida, mientras más privaciones tuviera,
más digna sería
Por eso me encerré en ese cuarto de paredes amarillas,
por amor a ti
Me pasaba los días fumando marihuana
y pensando en ti
Te recordaba sin cesar
Y te esperaba
Pensaba que algún día llegarías a buscarme
Tenía la Esperanza de que lo hicieras
Te escribí a tu correo dos o tres veces,
contándote algunas cosas sobre mi nueva vida
Tú me contestaste, pero no hablabas de ir a buscarme,
a pesar de que yo te había dejado la dirección
Mi vida era un acto que yo te dedicaba
Deleitoso ostracismo,
ardiente espera,
amor enfermo como un lirio
Todos los días salía a pasear y a contemplar el Mar y el Crepúsculo
Me iba al parque María Reiche y allí me sosegaba
Cuando el Sol se ponía te echaba mucho de menos
Quería que a ambos nos cegara la misma anaranjada luz
Por amor a ti, que preferías que sólo fuésemos amigos,
me enclaustré en un cuarto mugriento
Me volví un místico cuyo dios eras tú
Sólo pensaba en ti,
eras mi único pensamiento
En algún momento tuve que dejar ese cuarto amarillo
Tú no lo conociste
Y hasta ahora no nos hemos vuelto a ver
Lo nuestro es una Comedia grotesca

No hay comentarios:

Publicar un comentario