jueves, 17 de junio de 2010

Nostalgia

Nuestros pies se acariciaban en la arena de la playa
Tus pies breves, dorados, adolescentes
El Sol era una testa ardiente llena de zarzas
El aire de diamante casi se podía tocar
La brisa fortalecía nuestras vidas inciertas
Pudimos ser felices
Pudimos compartir la Beatitud
El Mar se revolvía y gritaba como grita el Silencio
Éramos criaturas de un Verano que parecía perpetuo
Nada nos preocupaba, nada nos atormentaba
Las gaviotas chillaban y nos hacían pensar
en interminables viajes marinos
La canícula me llenaba de deseo, de tranquila inquietud
Tenía que masturbarme para calmarme
Lo hacía mientras me bañaba en el Mar
Allí mezclé mi semen con la espuma
Al atardecer, contemplábamos el Crepúsculo
Nuestros cuerpos tibios se relajaban
El Sol se ocultaba despidiendo una luz bermeja
que nos sosegaba
El Mar se encalmaba, murmuraba hondamente
Nos quedábamos sentados en la arena hasta que anochecía
Veíamos nacer a la rubia estrella
que acompaña a la Luna
Caminábamos por la orilla
Íbamos de la mano
Tu mano pequeña, frágil, amable
Mirábamos el claro de Luna reflejado en el Mar
Tú suspirabas
Yo besaba tu boca, tus cabellos, tu frente
Eras mi arrimo
Eras el espíritu de mi espíritu
Nunca anduve contigo
Nunca nuestros pies se acariciaron en la arena de la playa
Quien nos une es la Nostalgia,
la terrible Nostalgia de lo que nunca pasó

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