miércoles, 30 de junio de 2010

Venecia

Era Verano, no tenía ganas de vivir,
y oía una música callada muy deprimente
La enfermedad de ser hombre se acrecentaba
Sólo me animaba un poco el perfume de los tilos
Quería ser una piedra más, inconsciente, dorada por el Sol
Cuando no pude más conmigo, enrumbé hacia ti, Venecia
De adolescente te amaba, soñaba contigo
Pero nunca imaginé conocerte mientras los lobos de mis sienes
aullaban
No comprendo mi vida
Y no sé qué soy
Dime Venecia qué es mi vida
Dime Venecia qué soy yo
Anduve por plazas y calles sin seguir ningún rumbo
En el Cielo celeste desteñido florecía el Sol
Había nubes rosas y blancas
Por los canales pasaban las góndolas con gente feliz a bordo
Yo no me pregunto si soy feliz porque no podría responderme
Sólo sé que la Tristeza tiene un fondo de Felicidad
y que la Felicidad tiene un fondo de Tristeza
Venecia, haz que me olvidé de mí y que me quede andando
por tus calles, por tus plazas
Déjame cruzar tus muchos puentes, Venecia
Déjame enfermarme de asombro y de arrobo
Déjame mirar largo rato esos canales viejos, callados, soledosos,
que tanto me gustan
Dime qué me pasa
Dime por qué no me es grata la vida
Dime por qué permanezco en este desasosiego
Venecia, ciudad amable, amabilísima
Yo en ti traté de volver a ser un adolescente
Pero me di cuenta que mi corazón ya es otro
Tenía que ser otro
Por fuerza tenía que serlo
En la plaza san Marcos hallé Sosiego
mirando al Gran Canal,
viendo cómo las góndolas atracadas cabeceaban
Allí pasaba el atardecer
El Sol se ocultaba en el Mar, como un autista
¿Qué puedo hacer, oh Venecia, para vivir con ganas de vivir?
Las gaviotas graznaban y la brisa pasaba corriendo
Anochecía
Y mi alma se acongojaba
Me atarazaba el Remordimiento
Padezco el Remordimiento de ser un hombre que no sabe qué hacer
Y, culpable en Venecia,
el espíritu se me estrechaba
y era como una embarcación que bogara sin singladura
Mientras anochecía yo callejeaba por ti, Venecia
Y es que caminar era lo único que quería
Quería andar sin pensar en nada
El pensamiento es vida
Y mi pensamiento estaba turbio
Venecia, eres bella
Tu belleza me conmovía,
y también tu vejez,
ciudad remozada por el amor
Solo, resolviendo el problema de mi existencia-
¿y por qué tiene que ser un problema?-,
atraillando muertas ilusiones,
esperando la desesperación,
un aleteo de membranas,
un follaje agitado por un viento negro
La existencia comienza a ser un problema
cuando uno se hace plena y racionalmente
consciente de ella,
¿no crees, Venecia?
No olvidaré las Noches
en las que la Luna amarilla
emergía del Mar
Ni olvidaré que por algunos momentos
me olvidé de mí en ti, oh Venecia

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