miércoles, 8 de septiembre de 2010

Canción fenomenológica

Que mi conciencia caiga en el césped
de aquel parque del acantilado, sobre el Mar
Que los perros del Orco husmeen en ella
y nada encuentren
o luces y sombras encuentren, que no entiendan,
que luces y sombras encuentren
Todo parte de que no quiero tener conciencia
De que no quiero ser ya
De que no quiero ya ser
En la Noche de los Mares
las olas cantaban Muerte y Redención
La espuma iluminaba
Y hallé de más mi conciencia
Y quiero que se pierda entre el aroma del césped
y de la brisa constante,
quiero no ser
Quizá me cansé de la ciudad
Tal vez me harté de los mismos bares,
de las mismas terrazas donde es inevitable
ponerse a pensar
Mi conciencia es clara, roja, sucia, grande
como un animal grande
En la Noche de los Mares
las olas cantaban Muerte y Redención
Las olas cantaban
Pero yo soy un animal triste aburrido de sí mismo,
oh que mi conciencia caiga al césped del parque aquel,
desde el que se veía y oía el Mar
Los tritones se la llevarán a lo profundo,
y yo me esconderé en el Olvido
En las Noches las estrellas son arañas
de diamante,
ánimas erizadas,
cítaras astrales
Caerá mi conciencia
Caerá
En el césped del parque aquel

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