lunes, 13 de septiembre de 2010

Ruinas

No, pájaro de serenidad en la rama estiva
No, gato sosegado, elástico, tendido en el canalón
No, columnas de cristal, capiteles de diamante,
mirlo que cantas el Cielo redentor
No, yo no imaginé que la vida podía convertirse
tan rápido en un montón de ruinas,
ni imaginé tampoco que vivir era tan peligroso
Mas esto que me quema bajo la piel,
este fuego blanco y sutil,
esta corriente de estrellas agónicas,
despiertan mi conciencia adormecida, mi conciencia de pez
dormitando en las profundidades
No, gaviota que vuelas sobre el Mar
alfombrado de luz
No, Sol impasible, burlón, dorado
No imaginé que la vida también podía ser agonía
No imaginé que la vida también podía ser Muerte
No imaginé que me ardería tanto la lengua del lirio
¿Y si sólo viviera? ¿Y si sólo viviera sin pensar,
sin darme cuenta?
Un negro alud me persigue
Nunca creí plenamente en la Creación
Quizá hemos creado al Creador
Quizá hemos creado el Universo
No, alacrán del desván, no
puedo imitar tu muerte tan valiente
No, profetas que aún quedan, aún
no puedo amar el excremento
Debería estar tranquilo, sereno, sosegado,
pero no; no, águilas que caen de lleno
en la calva de mi Hado
Estoy desasosegado, con una rama de ciprés
clavada en el plexo
Un negro alud me persigue
No, cornejas, no me encontrarán en mi casa,
con mi familia, no
Me hallarán sentado al pie de una columna,
cubierto de úlceras, rebuscando entre las ruinas
de mi vida

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