viernes, 24 de septiembre de 2010

A Sandra

Sandra fue mi diosa
Yo la amaba
Ella me decía que soñaba conmigo
y con grandes peces
Ella me amaba platónicamente
Pero mi carne buscaba su carne
y algo más que su carne
Sandra era bella, delicada, donosa
Yo le regalaba rosas
que hallaba en los yermos de mis sueños
Ella no quería ser mi novia
Y Venus nacía en la orilla a cada instante
La espuma de mi dicha la paría
Y Sandra estaba hecha para el amor
Y para el goce
Era una mujer buena
Creía mucho en Dios
Yo la deseaba desnuda,
tendida en un lecho que fuera de los dos
Era una buena mujer
Cuando la frecuentaba yo fumaba marihuana
e inhalaba cocaína
Ella nunca lo supo
Yo también bebía mucho
Bebía solo o con ella
Y sólo ella podía salvarme
Pero seguía soñando conmigo
y con grandes peces que me devoraban
Oh Sandra
¿Por qué no fuimos valientes y nos fuimos los dos
por los extraños caminos del Mundo?
Sandra, tus senos y tus piernas me dejaban alelado
Eras mi Amada
Ahora sólo me quedan de ti el Olvido y el vano recuerdo

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