lunes, 20 de septiembre de 2010

La paz perdida

La paz, Amada, la paz
Esa paz que no adviene cuando gimo tendido
en el prado
Y tú con tus caricias
intentas sosegarme
Me pides que te explique qué me pasa
Por qué parece que muero
Y yo no sé qué me pasa
Inquieto, lívido, desasosegado,
me revuelco en la grama
Ante tu asombro,
ante tu perplejidad
La paz, Amada, la paz
Quiero paz
Una paloma volando sobre un Mundo
posdiluviano
Y un arcoiris
en el Cielo de tus ojos
La paz, Amada, la paz
Esa paz que duerme como un ángel
Esa paz que deliciosamente duele
Esa paz que es como el latido de tu corazón
Desalado, vesánico, azorado,
busco tu pecho desesperadamente
para tranquilizarme, para reposar
Sin embargo, para mí no hay tranquilidad ni reposo
Me abrazas fuerte, pero yo me aparto
No puedo estar en paz
La paz, Amada, la paz
Y unas flores engarzadas en torno a mi frente

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