martes, 14 de septiembre de 2010

Un cerebro derrotado

Bajo el árbol, mi cerebro cae a mis pies
Mi cerebro llagado, abollado, sangriento
Los perros lo huelen un momento y luego lo mastican
Después de masticarlo, vomitan sus trozos
Bajo el árbol, mi cerebro cae a mis pies
Enanos jorobados lo aporrean
Buitres hambrientos lo picotean
Y yo siento el dolor y la demencia,
los golpes y la perdición
Mi cerebro en las manos de los monos
que saltan y chillan como locos
Mi cerebro tirado en alguna sucia avenida,
hallado por un orate que lo guarda en una bolsa
Mi cerebro mancillado por los psiquiatras
No hay salvación para mi cerebro
Bajo el árbol, mi cerebro cae a mis pies
Un titán lo estruja hasta que se derrama
Una nereida lo pisotea
Proteo se convierte en fuego y lo quema
Mi cerebro está enfermo
Y es imposible curarlo
Aunque los psiquiatras digan que sí
y lo atiborren de pastillas
Las arañas tejen sus telas entre los sesos
y yo, impotente y demente,
me lleno de una furia de hojarasca
He perdido mi cerebro
Un cíclope se sienta sobre él
y lo convierte en una masa repugnante
Los psiquiatras me han atrapado
Experimentan con mi cerebro,
lo echan a las ratas para que lo horaden
y luego lo alivian
Y así pretenden engañarme,
cuando lo que mi cerebro padece es una enfermedad incurable
Mi cerebro golpeado, majado, machacado
Bajo el árbol, mi cerebro cae a mis pies

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