jueves, 16 de septiembre de 2010

En las postrimerías del Verano

Cuando yo me muera viviré
Viviré de veras en la Nostalgia suscitada
y en los recuerdos que rompen como las olas
Mi nacimiento virgen
Mi Noche, Rosa negra,
quedará en mi mugriento corazón
Se vive para morir,
y yo vivo con miedo a la Nada,
amando el vacío,
pensando que a lo mejor también vivimos
para otra cosa
Como un leproso balbuciente
voy buscando mi morada,
mi difícil lugar en el Mundo,
mi hueco solitario
Mi pensamiento se desliza hacia el abismo,
hacia la purísima Aurora de la Locura
Los caballos desaforados, rojos, rabiosos,
corren por mi frente,
y yo me pregunto cómo vivir,
y maldigo el morir de cada día,
cada día que pesa como un elefante grisiento
Mi pensamiento discurre entre guijarros
y ortigas
Soy uno de los pocos que renunció a su máscara
Estoy inerme en una esquina del Universo
Y tengo un miedo metafísico que se parece
a un cartujo orando
Cuando muera habré comprendido
Sólo un instante comprenderéY luego padeceré la traición de la Eternidad

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