miércoles, 8 de septiembre de 2010

Recuerdo de alguien

Cuando tenía hambre, tú me diste de comer
Oh era pobre, tan pobre
La calle en que vivía era vieja y pringosa
y mi pobreza me quemaba como una herida
hecha en la construcción de una catedral
Yo rezaba, rezaba mucho
Y creía que me escuchaban
¡Qué deliciosa sensación de abandono
en el pecho de la Nada, que es Dios
andrajoso!
Tu cuerpo era un milagro
Pecábamos juntos y felices
Nunca le decíamos la verdad al padre Lucas
Nunca le dijimos que Dios para nosotros era la desolada Nada
del Cielo
Y cuando besaba tu pezón izquierdo creía todo esto
que digo
Porque cuando besaba tu pezón izquierdo se oía
el tierno silbo de la espuma
Tus ojos parecía que se comían el Infinito
Tu boca era un primer principio,
tu sexo era una causa última
que yo exploraba sin cesar
Vivías en un palacio
Y yo vivía en los arrabales,
avergonzado de mi pobreza
No te decía que era pobre
porque conocía el secreto tintineante de mi corazón
porque sabía la áurea riqueza de mi alma
Me decías que yo era un hombre bueno
Cuando se supo quién era yo a ti no te importó
Pero te llevaron lejos, al verte tan enamorada
Oh yo era pobre, tan pobre
Andaba siempre con miedo,
con ese miedo inefable a la vida misma,
a la vida en sí
Intenté colgarme de una viga
Milotus me encontró colgado, y me salvó la mísera vida
Me llevaron a un manicomio
Estuve allí un año
¡¿Adónde se habían ido mi Beatitud y mi Pureza?!
Entré a un convento
Pasó el tiempo
Ahora soy obispo y me masturbo como cuando era un chiquillo
No soy feliz
Tú eres frágil, frágil como un recuerdo

No hay comentarios:

Publicar un comentario